Cada gran escritor, como un padre primitivo con su prole, detecta en su producción un texto marcado y renegado. En este texto suele estar expuesta una clave para leer (o tergiversar) la totalidad de una obra. César Aira, en sus escasas entrevistas, se ha encargado de señalar ese texto y dilucidar su diferencia: la indeseada perfección de su estilo. Sin embargo, "Cecil Taylor" conserva la deseada imperfección de "La luz argentina", y el desdén que genera en el autor forma parte de una celada autoreferencial: su texto renegado representa el borde más sensible, el perímetro (y en ese sentido sí, por la fuerza, el sedimento de un estilo) de su escritura. Acá el relato completo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario