lunes, octubre 31, 2005

Últimos movimientos

Escribir poesía se me representa como una ingrata utopía que en los otros es exitosa y que en mi experiencia no es más real que un espejismo al final de la ruta. En mi mundo, escribir poesía es una experiencia incómoda e indeseable, destinada al fracaso y la anorexia: por las tipicas falencias que aquejan a los narradores, uno queda delante de la lengua, monologando, o bajo inmanipulables escombros barrocos, pero a veces uno se encuentra con un libro donde no sabra un solo poema, y en un par de horas toma el pulso de los versos ajenos, se refleja, y de un tirón arranca un poema donde el que escribe no parece fóbico o hipersensible al roce de lengua, sino simultáneo -moldeado- a las posibilidades de su propia enunciación. Acá, el último -y el único- que escribí por los menos desde el dos mil uno.

jueves, octubre 27, 2005

Virtudes del tereré

Debido a la prescripción médica no puedo tomar líquidos calientes. Para revertir la somnolencia que deja el Ibupirac y despabilarme un poco, adopté una modalidad guaraní que pienso sostener en el verano: el tereré. Desconozco sus secretos, pero puedo asegurar que es muy sabroso, la presión diluida del hielo acuna en el agua músculos y reminiscencias tropicales -imagino a Virgilio Piñera tomando tereré en el Buenos Aires del año cincuenta-, y naturalmente es muy distinto a ese mate lavado y tibio que queda de la tarde y que tentados escarbamos al anochecer, cuando para escribir añoramos traficar una lucidez impropia hacia un tiempo íntimo.

miércoles, octubre 26, 2005

Juicio final

En primavera la red asociativa de convalecientes crece en Buenos Aires y el intercambio epistolar entre ánimas maltrechas, asomadas al hoyo de su propia espiritualidad, aumenta en proporción a la depresión que genera el encierro. Entonces el intercambio epistolar es la ventana al mundo. Durante años creí que sólo a mí las muelas de juicio me habían salido torcidas y que debía interpretar éste signo como una alegórica falla genética. Lo que más me sorprendía era que la mayoría de las personas, cuando les preguntaba sobre el tema, confesaran no recordar si las muelas les habían salido o no, y hasta ignoraran todo al respecto. Una de las variantes de la dicha consiste en que las muelas juicio directamente no bajen. Pero una dicha superior, para la cual las combinaciones deben ser muchas, reside en que las muelas salgan derechas y además haya espacio en los maxilares para que estas pequeñas mascotas óseas gocen de diarios ejercicios de trituración. Algo en apariencia imposible pero que, en la realidad, según mis indagaciones, se verifica muchas veces al punto de que, recién hoy, en un intercambio epistolar, una amiga resumió una desgracia similar a la mía al contarme que le habían sacado ya tres muelas de juicio. No obstante, aunque ya no me quedan muelas de juicio -o juicio a secas- juego con la posibilidad tenebrosa y sobrenatural de que las cuatro me salgan otra vez.

viernes, octubre 21, 2005

Soul

Debido a molestias ocasionadas por las empresas creadoras de virus, he tenido que exponer mi PC a una cirugía mayor. El único responsable, el que se excedió bajando centenares de discos en el soulseek sin un firewall adecuado, fui yo. De ahí el castigo divino, aunque injusto e inutil: de haber sido imparcial el elemental que se instaló en el disco rígido habría FAGOCITADO mi pasado inédito y me habría hecho un favor precioso: situarme en un punto neutro del presente, una super-realidad. Sólo desde punto neutro, desde el privilegio de la amnesia, puede maquetarse una lengua pasiva, a la medida de un nuevo realismo. Vuelvo a recorrer locutorios, entonces, por unos días.

Poemas de Elisa Pirichinsky

FRAGMENTO DE DIARIO
(OTOÑO)

La lucecita roja
es la señal
el calor más allá de la grisitud
es la señal
que cubre la noche
que alguien llora
todo vuelve al aire al final
una sombra
fija una sombra
fija el silencio en una voz.

*

El aire entre las hojas
se desliza y me toca
un paso desolado
reconstruye esa extensión sin nombre.

Un sol fuga en laberinto.

La bruma.

*
Un esbozo de orden, 5 de mayo
la tarde detenida en la taza
¿ "es nada entre mis manos" ?,
calma, cielo abierto, hilos
de luz en la ventana.
Me guardo aquí: entre sombra
.y otoño.

*
Borde del cosmos sin edad
una sola ceniza en el hervor
y hora tras hora cadenas
en los pasos dispersos
en el otro lado
lejos la morada y el trueno
lejos el mundo.


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L A CAIDA

¿resbalo? ¿desciendo? ¿regreso?
alejo y ausento
resbalo
soy el suelo y el aire frío
que se deshace entre mis manos
tal vez sea necesario
reconstruir el sueño
para que vuele la palabra

orilla silenciosa
"entre el mar y el espejo".

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" UNO NO ES OTRO"


Uno
un nombre
entrespejo sobrevive


acaso el ángulo
de piedra negra en la ventana
( entrespejo )

hace visible su paso.

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Y así "ida"
desencuentro el punto
el paso perdido expuesta la línea que cierra
extensión sin nombre donde la voz se aleja
extensión sin padre solo y desvelado
piedra sin ley
y tus certezas
en el reencuentro de un sol que se aplaca
resiste lo cerrado
avanza en la mano que abre.

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Danzante
entre bagatelas de beethoven
la transparencia de lluvia enhebra voces.

adentro la piedra afuera dilapida

algo en el aire afuera
sostiene la piedra
adentro

muda la grieta del vidrio
en la estación brumosa


en la letra
edra di lapid la .

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TRANSPARECIAS (2)

Desplegada en vuelo solo
la luz ondula transparencias
dibuja y desdibuja formas
como enjambre de tiempo

desplegada en alto vuelo solo
la luz roza la hoja

donde la memoria oscurece.

lunes, octubre 17, 2005

Amabilidades, pinturas de Andrés Pasinovich

/Argollas/ gajos de un territorio baldío, emergen: abren el hoyo conceptual/ Franjas amplias y uniformes vibran, se aplazan, como terrenos alucinados en la batalla. Se respira la derrota. Zanjas de color para el duelo de la forma. Zanjas de color y una sangría dorada/ Aquí la ocasión del milagro, aquí: un desollamiento intemporal de lo abstracto hacia el concepto /¿Cómo aludir a una falla desde la falla misma?/ Los elementos parciales de la naturaleza fracasan ante la curva huidiza del plano. Entonces el concepto fluye paralelo a la abstracción. Late y enmudece: es su deslizamiento en el lenguaje absurdo de las dos fronteras, el alimento de las víctimas y los incautos/¿Quién recoge la marca, la simiente? ¿Quién?/ ¿O?/ Sí, ¿quién se inclina en la zanja para cavar una voz que es la distancia entre dos líneas?/ Alto/ Lo abstraído, en todo caso, abastece, estructura límites que son la matriz del paso en falso, la marcha de la humanidad, la contracción de la memoria en el soporte de la misma línea reiterada y meditada/¿Para qué preguntar entonces?/ Tiempo y muerte calcados en una fuga conceptual. O mejor, construcción de un segmento para vertebrar el caos, domesticar la divina abstracción, darle una frontera, y plegarla por fin en el sitio de la incertidumbre.

domingo, octubre 16, 2005

Los mundos imaginarios

La maravillosa historia de Meter Shclemilhl, por Adelbert von Von Chamisso. August Eschenburg, por Steven Millhauser. Interzona editora, Línea C.

La colección Línea C surgió a fin del año pasado con un objetivo lúcido: traer al presente destacada literatura fantástica y ciencia ficción contemporánea, con traducciones propias, sin dejar de lado la producción local y ciertos clásicos raros del género. Ya en sus primeros dos libros -Preparativos de viaje del inglés John .M. Harrison, y Plop, del argentino Rafael Pinedo-, quedó en evidencia que la colección, a diferencia de los sellos de ciencia ficción masiva, tenía criterios originales de edición y reunía múltiples identidades literarias.

August Eschenburg, de Steven Millhauser, es el tercer título de Línea C. El autor nació en la ciudad de Nueva York, en 1943, y en ésta nítida y breve novela desmenuzada una historia preciosa partiendo de ese milagro que según las épocas incide, desde una disciplina menor, sobre el curso de las cosas: el del joven prodigio. Fantasías originadas en la infancia alientan en el protagonista, August, un don que deberá ajustar a la dinámica del mundo. Así, como promisorio constructor de muñecos animados, August abandona su pueblo y empieza a trabajar en una gran tienda en la Berlín de fines de siglo XIX. Pero su ambición es desmesurada; el arte de la mecánica funciona en él, al igual que cualquier pasión, como un sistema totalizador de conocimiento. La época exige rendimientos cuantitativos y no expresiones cualitativas, y poco a poco imitaciones vulgares de los autómatas de August pueblan, con mejor éxito, las vidrieras de las tiendas de moda berlinesas.

Tras el primer tropiezo, el pequeño genio tiene una nueva oportunidad en el teatro de autómatas. Aun cuando su talento es ilimitado y su arte capaz de sincronizar y vivificar cuerpos en bellas obritas que él mismo concibe, el gusto de la nueva burguesía otra vez trunca su sueño. La era de la mecánica se vuelve un anacronismo, se impone el cine, y August, con su sueño realizado pero inversamente, esto es, concluido en la razón poética del fracaso, entrega su causa al anonimato.

La maravillosa historia de Peter Schlemihl es el título más reciente de la colección. La historia desarrolla con un sesgo irónico el eterno tema del pacto demoníaco. La versión de Adelbert von Chamisso, un romántico que nació en Francia pero escribió en alemán, multiplica el sentido de la fábula: detrás del argumento se redefinen elementos del Fausto de Goethe y de leyendas como la de El holandés errante. El protagonista, Schlemihl, cede su sombra a cambio de una fortuna inagotable. Pero como el costo del pacto supera lo negociado y se convierte en la razón de una condena, padece todo tipo de humillaciones. Sólo un criado permanece a su lado, como una sombra paradójica, mientras Schlemihl busca en vano el amor, y resiste la posibilidad de vender su alma para recuperar un lugar entre los vivos. Tal resistencia, al final del libro, le confiere una esencia humana superior: Schlemihl renuncia a su fortuna y a todas las metáforas del deseo amoroso, y en una extraordinaria odisea interior por los estados de la naturaleza, inventa su propio amparo.

Perfil, Suplemento Oh!, 16/10/05

viernes, octubre 14, 2005

Ta deinótaton





"Ya comenzó la nueva sección de kurupi llamada to deinótaton: 
en griego algo asi como lo terrible, pavoroso, siniestro
en alemán sería el famoso unheimlich,
la contradiccion de lo rutinario y hogareño, etc...
Empezamos con Folisofía de Murena.
Para dar idea de qué va esta seccion:
son textos de autores infravalorados, de clásicos que nadie lee o sabe
leer, como el caso de Murena, arrojados al baul de la ignominia o el
olvido, textos en pdf descatalogadas, inencontrables, por ahi va la
onda."

En Kurupi, en la columna derecha, justo debajo de "I power blogger"
se puede encontrar la susudicha sección y sólo clickeando bajar Folisofía.
Habrá más... (Gracias Cristino!!!)

miércoles, octubre 12, 2005

Debate

La revista literaria Oliverio convocó a varios escritores a opinar y a debatir acerca de: 1-los cambios que ha tenido la figura pública del escritor en los últimos treinta años (qué ha remplazado al escritor-intelectual de los sesenta y setenta), 2- acerca del significado de "correr riesgos" hoy en la literatura argentina, superadas o perdidas las coyunturas políticas que hacían de la literatura una herramienta efectiva en el entramado social, 3- acerca de la experiencia personal con las tensiones del mercado editorial y la academia y los espacios alternativos, 4- muchas otras cosas más.
La idea era que estos ejes funcionaran sólo como disparadores. Además, organizaron una encuesta cuyo resultado será dado a conocer a su debido momento para determinar cuáles son, en la nueva generación, los cinco libros más relevantes, sin importar el género, del ochenta hasta nuestros días. En el post de abajo, el texto que hace unos días envié y que, junto al de otros jóvenes y gráciles polemistas que quizás se sientan aguijoneados por este adelanto, aparecerá en un número cercano de Oliverio.

Un público privado

La sociedad argentina en su conjunto durante la dictadura y la década de los noventa fue empujada, por razones y modalidades distintas en cada momento, a un proceso de descomposición interna. Fueron épocas en las que la saturación de historicidad suspendió el rumbo de la política. La figura del intelectual sufrió una parálisis y un desgaste equivalente al del tejido que definía su campo de acción. Vale decir que su influencia decreció en todos los ámbitos y quedó relegada, en muchos casos, a la academia, y su espacio de expresión a las revistas especializadas. En resumidas cuentas, por un cambio de paradigma, la potencia ideológica del intelectual quedó vaciada de utilidad política, y recién con el Kuko en el poder ciertos intelectuales que mantuvieron intacto en el espíritu la dioptría peronista, fueron agasajados y pasaron a tener participación, aunque limitada, en la vida pública.

Por su parte, el escritor, menos que cambiar, perdió relevancia en la vida pública -salvo en revistas y en suplementos literarios esqueléticos, donde a menudo tiene que ofrecer casposas entrevistas para darle visibilidad a sus propios libros- porque el curso obsceno del liberalismo así lo determinó. Casi podría decirse que el sentido de cualquier compromiso quedó impugnado por un halo de escepticismo generalizado, y con excepción del tipo de escritor implicado estéticamente en las patologías Lingüístico Espino Psicológicas -los LEP´s, otrora denominados vanguardistas-, casi ninguno tiene verdadera ingerencia en el entramado social. Los LEP´s tienen en el mundo una ingerencia imperceptible pero sustancial, ya que el fenómeno de la lectura se determina a través de afinidades estéticas, exteriores a la moda y a la publicidad del mercado, y ellos representan -¡quién si no!- la expresión de una afinidad idílica que es en realidad utopía política.

Pero volviendo a lo anterior, si la lectura representa algo más que un pasatiempo, la ingerencia que una disciplina menor como la literatura -y más en el caso de los LEP´s- puede tener en una sociedad eclipsada por el mundo del espectáculo, no puede definirse si no como un exceso de trascendencia, una intimidad sobreescrita.

Sin llegar a poner en práctica la premeditada astucia del LEP, puede decirse que entre el escritor y el lector la intimidad de una lengua determina que exista identificación estética y que, de hecho, haya buena literatura -y no novedades editoriales y libros premiados por multinacionales- a lo largo del tiempo. Se trata, simplemente, de la irrupción de un libro en la intimidad del hombre, y de la suma de estas irrupciones se puede inferir una relevancia pública como la que, en su momento, supo tener Borges.

En una literatura de exportación tan en boga como la de hoy en día, en la que los autores apuestan a un argumento racional, a una lengua neutra y sin marcas personales o regionales, la intimidad -el plano de sentido de la literatura en la soledad del individuo- se esfuma, y la publicidad pasa a ser un medio de ingerencia o, más llanamente, una estrategia de identificación comercial: la economía de lo público avasallando la política de lo privado, y no a la inversa, la intimidad -único espacio politizable hoy en día tras el naufragio de las izquierdas- resistiendo la economía pública.

Imagino que el público que consume novedades de libros que apenas lee o que simplemente compra porque aparecen en la lista de los más vendidos, renuncia a esa intimidad porque no elaboró una lengua a la altura de su propio goce. Éste, se me ocurre ahora, es uno de los contrasentidos fundamentales que dan aire al capitalismo y la clave que articula su futuro: el sistema, a la vez que legitima y decodifica objetos y tendencias, dona una lengua neutra e insatisfecha, una lengua insuficiente para sintetizar la experiencia subyacente en esos mismos objetos y tendencias.

La lengua rebajada del marketing, asequible y blandita, es la lengua servil que prefiere la península ibérica y los agentes literarios a la hora de promocionar rentables "obras maestras". Raramente un texto cuidado para el mercado internacional -o para el mercado a secas-, estructurado sobre una buena trama, una prosa limpia y un argumento con intriga pero carente de un tono personal, pueda fundar, en el aquí y en el ahora argentino, esa intimidad que redime a la buena literatura del fraude public(itari)o del buen gusto.

De modo que hay algo que caracteriza a la literatura que apuesta a una lengua y a un universo personal: una relación espectral de apuntalamiento mutuo. Por el contrario, un autor Premio Planeta, desde el momento en que acepta rebajar su lengua y su imperceptible universo literario para capturar a un público masivo, hace pública una impostura, y suprime de su literatura esa intimidad que implica en el texto temporalidad humana -a esta acepción política de lo privado me refería más arriba-. En su lugar sólo queda tiempo financiero, ese flujo tasado por el hombre público, el profesional para el cual cada hora de trabajo debe ser rentable -pues apuesta a la consolidación de una economía por fuera de la política, gesto que remite a la década del noventa-. Tales autores aceptan, en suma, la "responsabilidad social" de producir capital especulativo, y en este sentido cada libro no es más que un flujo financiero en un sistema donde deseos sin objeto se reproducen, a ritmo vertiginoso, infantilizados en pantallas o en cúmulos de papel. En definitiva, son estas, hoy en día, las figuras del escritor: una que funciona políticamente en las coordenadas de intimidad del lector, y otra que, prendida a la economía de los noventa, hibrida al empresario y al profesional de la escritura a fin de obtener rendimientos crecientes.

sábado, octubre 08, 2005

Nuit blanche

En la Nuit blanche que cada año se realiza en París, distintos artistas intervienen el espacio público de París. Hugo Bonamín, artista nacido en Francia, pero con ascendencia argentina y residente en Buenos Aires desde 1999, intervino la Iglesia de Saint Merri el reciente primero de octubre, retirando las sillas y poblando el espacio litúrgio con signos artisticos que, en un lugar en apariencia protegido de las luchas mercenarias que día día libra el hombre contemporáneo, abren en el expectador un lugar paradójico de reflexión: en un refugio invertido por el arte, la institución deviene en forma identificadora, y el hombre encuentra mejor predisposición y potencia para la introspección histórica. Acá, imágenes de la intervención e información objetiva y menos entusiasta acerca de la muestra.

L´infant dans la colline

Si alguien preguntara cómo evitar el encierro perfecto, el artista respondería: mirar hacia atrás, descifrar lo que un niño carga en la ventaja de su inmortalidad. Tal vez sea este el único medio para escindir un nuevo futuro e infiltrar en el arte una nueva generación de imágenes. Ni la predeterminación del arte conceptual, ni las prescripciones de la figuración o de la abstracción, alcanzarían para tasar Enfant dans la colline en una definición.
Responder también es plantar un pie fuera de la abstracción. Asumir la carga de experiencias previas a la representación, plantear un ritmo, sembrar un cuerpo nuevo e inquietar con un lenguaje en el que reverbera la esencia primitiva:
una danza que es teatro de la vida. Para Bonamín se trata de recrear lo humano a través de la infancia, hacer funcionar una cosmogonía en el lugar de un esquema conceptual, y luego conferir a los personajes de su danza un destino: el de dinamitar el banquete de la madurez. Si se quiere, la respuesta de Bonamín es a la vez una contestación al hombre actual, devastado por la memoria ajena del consumo, como un desafío a los problemas sistematizados del arte contemporáneo.
Esa respuesta tiene su propio tono y determina su altura en una combinatoria mínima de elementos: barnices y carbonilla sobre tela cruda; calcos trabajados con parafina. Estos elementos, al potenciarse en el vacío, descubren los resultados de un arte paradójico. La línea es más que un trazo medular que sujeta el sentido de la obra. La blancura no invoca los beneficios del suprematismo: a la vez es síntesis del color e indicio de luz.
Los recursos, específicos y exiguos, contrastan con la intensidad ritual de los efectos. Existe un archivo de figuras del cual una subjetividad implícita extrae personajes informes, en evolución. Desde luego, hay tensión: la voluntad del artista y el anhelo del niño. Cuando la historia de estos dos deseos se superpone, la narración y el movimiento transforman el vacío en origen. En los términos plásticos de Bonamín, experimentación, memoria y movimiento son elementos primordiales para captar, reproducir y atravesar una subjetividad previa al lenguaje.
En definitiva,
Enfant dans colline exhibe temprano la ambición de toda una vida dedicada al arte: una genealogía propia. Primero una memoria que no es descriptiva y evoca, en un soporte etéreo como el calco, un tiempo anónimo. Luego recreaciones de figuras afásicas que espiamos desde el ojo sobrenatural de un Boeing. Más adelante, representaciones simultáneas de personajes que el artista-niño invoca para preparar las condiciones de la experimentación. Finalmente, en el políptico, la composición se acelera, la potencia del vacío cerca al artista, el tiempo de los personajes cava el espacio de la tela cruda y la línea pesa doblemente en los cuerpos superpuestos.
En la última figura, la mano da la vida y a la vez enseña una humanidad hasta entonces desapercibida entre nosotros, los espectadores.
(Texto escrito por el responsable de este blog para una exposición de Hugo Bonamín. Acá imágenes de la mentada exposición, realizada en Buenos Aires en 2004)

Fondo, forma y costura

Éste es uno de los primeros textos que escribí para el amigo y artista franco argentino Hugo Bonamín cuando expuso la serie de las siluetas. La cincunstancia torturante de escribir sobre arte contemporáneo -nunca supe hasta que punto mi sensibilidad para escribir al respecto no estaba supeditada a la amistad- se repitió varias veces -en el post de arriba va un texto más largo y analítico sobre otra exposición- y retengo en la memoria sus cuadros pero no el lugar exposición.

Fondo, forma y costura. Tres sustancias para un arte pensante y provocador: iluminación goyesca que siempre fluye en triángulo. Los personajes de Bonamín retroceden, amenazan en perfiles vaciados, en expresiones anónimas pero eternizadas. En la yuxtaposición y en la multiplicación ocultan el doble filo de la perversión. Hay ironía en la costura, crítica en la línea que separa fondo y forma antes de que mutuamente se devoren. Emerge ahí, en la potencia de un procedimiento que es, como en Goya, aleación descarnada de la virtud y la locura, una lectura del mundo contemporáneo. Una lectura que esquiva todos los clichés del arte conceptual, y crea por anticipado su propia memoria.

Faro

A veces ocurre, uno encuentra una página cautivante y lo único que puede hacer es propogarla incluso sin terminar de hacerse una imagen de lo que la totalidad del proyecto significa. Fin del mundo contiene todo tipo de proyectos experimentales pensados para la web. Dentro de sus diferentes disciplinas (literatura, artes visuales, música), los integrantes (Belén Gache, Gustavo Romano, Rubén Trilnik), emplean el espacio virtual para llenar los márgenes de sus propios campos artísticos y quizás tergiversarlos. Tal es el caso, por ejemplo, de "El diario del niño burbuja", un proyecto blog en el que la autora, durante cien sucesivos, postea textos y fotos halladas en el buscador de imagenes. El texto naturalmente deriva, naufraga, con la inconstancia de todo diario, en una nueva temporalidad sin órdenes lineales o causales. En defintiva en la aleatoriedad de esa disposición, extendida a todas las tentativas multidisciplinarias de la página, son razones que cautivan.

martes, octubre 04, 2005

Proyecto-río

Un amigo está preparando una instalación para Estudio Abierto. A tal efecto, para especificar detalles de la obra, y como requiere la participación de muchísima gente (mietras más gente involucrada más sentido tiene la instalación) abrió este blog. Acá abajo, un adelanto tentador del proyecto:
río se propone recopilar cientos de mensajes anónimos. Secretos, deseos, palabras sueltas, delirios, maldiciones, obsesiones, dibujos?

lo que quieras! todo suma! todo cuenta! todo vale! todos todo!

Cada mensaje irá dentro de una botella sellada que estará llena con agua de río y color.

Todas estas botellas formaran una instalación interactiva que se exhibirá en el festival de arte Estudio Abierto en el mes de noviembre, en Puerto Madero.

Los que visiten la instalación podrán llevarse una de estas botellas a cambio de una palabra escrita. Estas palabras serán enviadas luego a los autores de los mensajes de las botellas. Cada uno recibirá una palabra.


río es un texto. Una red de intercambios que generan un discurso.
Parte de este discurso se encuentra oculto, o transformado a partir de la acción del agua. Y la otra parte es aleatoria? sintética y retardada.
Fluir. El río no transporta sino que contiene los secretos.
Y a cambio de estos secretos vuelven palabras.
Una forma de comunidad.
Una colmena de sentido inacabado.
Siempre en construcción


envia tu parte a:
proyecto_rio@yahoo.com.ar

lunes, octubre 03, 2005

Arácnido

Entre otros texto, estos, En las templadas aguas del origen y Sobre la poesía argentina de los 90', atrapan por su tallado reflexivo y polémico -y consecuentemente disgresivo- en el reciente blog/archivo que Walter Cassara ha armado para poner a disposición del ciberlector poemas, relatos y ensayos de su autoría -y no tanto, ya que también se reproducen textos predilectos como este-, muchos publicados en revistas y en formato libro, y algunos todavía inéditos.

domingo, octubre 02, 2005

Saer y Saer

- ¿Cuáles serían los defectos negativos de la visión posmoderna?

- Me parece que ha venido imponiendo una especie de universalidad abstracta, bajo el nombre de la democracia, la convivencia de las diferencias, la tolerancia. Eso puede ser negasto en el arte. Significa que en el gran supermercado de lo cultural, todas las mercaderías tienen su estante y al cliente le toca elegir la que más le conviene. Los libros de Isabel Allende y de Onetti serían igualmente novelas. En realidad, en el último caso tenemos creación auténtica, y en el otro un entretenimiento biodegradable.

- ¿Le parece un problema la lógica empresarial de las editoriales?

- Siempre ha habido obligaciones comerciales en la edición, pero hasta hace no mucho tiempo era la concepción cultural, o el arte noble, lo que marcaba las pautas. Ahora se ha transformado en una empresa tan grande que se vuelve un fin en sí ganar dinero. Se edita mucho, pero los buenos escritores han quedado un poco como los parientes pobres. Igual, no sé si a un verdadero escritor le interesa demasiado viajar en jet.

- ¿Qué piensa de la crítica?

- Creo que uno de los grandes problemas de este tiempo es la ausencia de espíritu crítico. Ni siquiera los que dicen ser críticos critican: !nunca van al fondo del asunto!

(Entrevistado por Florencia Abbate, Diario Clarín, Ñ, 01/10/05)