miércoles, noviembre 16, 2011

Una excursión a Isla Negra

Las casas de Neruda son raras. No entiendo por qué la casa de un escritor es un museo temático, con caracoles, coleópteros y mascarones de proa que parecen figuraciones alucinadas de antiguas amantes. La disposición del museo no es obra de un curador, sino del mismo Neruda, que en su rol de Capitán pensó la casa como una nave y empotró en el salón mascarones emergiendo de las paredes, el bar de un yate, ojos de buey, un timón, mobiliario de altamar. Ese salón particularmente me obsesiona. Está tan abarrotado como la capilla de una Iglesia renacentista o, en un extremo opuesto, la recepción de un prostíbulo extravagante. (Sigue en el blog de Eterna Cadencia)

El animal sobre la piedra

Al revés que en otras reseñas, para hablar sobre la primera novela de Daniela Tarazona(Ciudad de México, 1975) habría que empezar por una conclusión simple y abreviar el cortejo. El animal sobre la piedra es un libro extraordinario. No es extraordinario lo que relata, pese al irresistible comienzo –“mi casa fue el territorio de un suceso extraordinario”–, sino todo lo que se anuda, sin ser historizado ni narrado, en la voz –o si cabe, en la sensibilidad hipnótica– de la protagonista, Irma, a quien conocemos más por su condición que por su pasado. (Sigue Acá...)

(publicada en Inrockuptibles noviembre)