sábado, diciembre 31, 2005
Imágenes que hablan a altas horas...
miércoles, diciembre 28, 2005
En la vía
lunes, diciembre 26, 2005
La vía de la fascinación
Alguien está fascinado, y hablando con exactitud, no ve eso que ve, pero eso lo toca en una proximidad inmediata, se apodera de él y lo acapara, aunque lo deje absolutamente a distancia. La fascinación está profundamente ligada a la presencia neutra, impersonal, el Uno indeterminado, el inmenso Alguien sin rostro. Es la relación que mantiene la mirada -relación neutra e impersonal- con la profundidad sin mirada y sin contorno, la ausencia que se ve porque ciega."
Maurice Blanchot (El espacio literario, Paidos, Barcelona,1992)
jueves, diciembre 22, 2005
Olivia
El viaje por Bolivia, el carnaval de Oruro, las travesías por el salar de Uyuni y los oasis colorados a cinco mil metros de altura, la retahíla de mochileros drogones que alucinaban en el altiplano parajes del Tíbet, deletrearon la sintaxis de lo que en la vida de un joven significa "lo inolvidable". Como en la mayor parte de Bolivia -exceptuando Santa Cruz- no se hablaba castellano sino Quechua o Aymará, según uno se desplazara de oeste a este, y mantenían sus vestimentas tradicionales. Recuerdo que en Potosí, otro lugar memorable, un concejal del MAS me aseguró que tarde o temprano Evo Morales llegaría al poder. Si ningún dirigente indígena hasta ahora había accedido a la presidencia -aún cuando el partido comunista hubiera gobernado esporádicamente, entre interminables revoluciones y golpes de estado-, se debía por un lado a fraudes institucionalizados, y por otro a que muchísimos indígenas -el noventa por ciento de la población- no estaban documentados. Bastaba una lenta campaña de documentación -que está en marcha pero sigue incompleta- para que ese noventa por ciento le encontrara solución a una historia de sobreexplotación de recursos naturales y humanos, fraudes y corrupción por parte de sucesivos gobiernos que, elegidos por minorías, atendían intereses administrativos de grandes transnacionales. El momento de la representación llegó y la Historia, con su mal decir, dirá si Evo Morales fue la figura tardía que Bolivia necesitó en el siglo XX, o si simplemente devino, al igual que Toledo en Perú o Lucio Gutiérrez en Ecuador, dirigente político transformista que, como indicaría la inmanencia capitalista, escenifica la ezquizofrenia de la sociedad mediática.
miércoles, diciembre 21, 2005
Dos poemas de Leopoldo Castilla
A José Antonio Gabriel y Galán
Concibieron el círculo radiante, su forma
pariendo desde un centro
y en realidad
fue lo exterior, el universo, esa sillla,
un caballo
todo lo externo modulado
para finalizar esa esfera
tu ojo no emite
atrae
ese niño con un balón entre las manos
juega
con el último punto de la materia
con el fin del mundo.
Con los pies en la tierra
A Mario Trejo
Hay un instante
en que la mesa vuelve en sí
en que el árbol se reúne
y es de nuevo
ramas, hojas y un pájaro lógico
todo recompone la escena
los límites
que hagan verosímil a ese hombre mirando la siesta
él
considera que realmente ha aparecido
que tiene tiempo
y para sobre la sombra del árbol
cree que toca tierra
dentro de un orden
el conocimiento
es eternidad que se pudre
pero el azar absuelve:
el pájaro ya no sostiene
el árbol
torcido por el cielo
III
domingo, diciembre 18, 2005
Intuiciones...
Sin duda C.E. Feiling perteneció a esa casta rara de escritores que reciclan en la lectura prácticas genuinas de la escritura y no estilos bienintencionados. A tono con esta proposición, escribió tres novelas reformulando géneros considerados menores: El agua electrizada -policial-, Un poeta nacional -aventuras-, El mal menor -terror-. Dejó inconclusa una cuarta novela, de corte fantástico, La tierra esmeralda. Por eso, de entrada, no debe sorprender que haya dedicado notas a Stephen King, a P.D. James, a Anthony Burguess, y a la vez haya escrito efusivamente sobre Pepe Bianco, Miguel Briante, Sergio Chejfec, y en un texto que quizás sea el más penetrante de la presente recopilación -junto a sus reflexiones sobre el fantasy-, haya desempolvado la figura de Leopoldo Lugones a través de los capriccios de Borges.
Los artículos de Con toda intención aparecieron entre 1988 y 1997 en distintos medios, y para ésta edición estuvieron al cuidado de Gabriela Esquivada y Alfredo Grieco y Bavio. Feiling se dedicó a la docencia en distintas universidades y en 1990 abandonó la vida académica para consagrarse de lleno a la literatura y al periodismo cultural. Hizo del periodismo un oficio obsesivo y elegante para aprehender las rémoras de la izquierda y las imposturas de la derecha, y sobre todo para pensar la literatura por fuera de las necesidades políticas de la intelligenzia argentina de la época. En su modo de enfocar la literatura soslayando el prestigio de los discursos críticos en boga, eligió discurrir, como Roberto Bolaño, en intuiciones personales y reponer, en una tradición borgeana, un pensamiento intransigente sobre la cultura y la política. Así, con una libertad que pocos se toman a la hora de comentar libros, pudo dirigir una certera crítica ideológica al mesianismo literario de Osvaldo Soriano, o entrar en un verdadero debate de ideas a propósito de un libro de Emeterio Cerro.
En un artículo sobre el crítico literario inglés Frank Kermonde, casi hablando de una postura propia caracterizada por la amabilidad y por el sofisma erudito, escribe: "Kermonde teme que, si el estudio de la literatura en el ámbito académico sigue especializándose y adoptando una jerga que imita vanamente a la de las ciencias, se perderá todo vínculo con el público". Esa preocupación por no perder el vínculo con el público y por apartarse de "la industria de la teoría literaria" es su sello de agua. No faltan pasajes en los que Feiling, al borde de la teoría, opta por un desvío y amolda su prosa a formas coloquiales y humorísticas. Hay crónicas hilarantes, como la que describe un show de David Copperfield en Buenos Aires, o crónicas emocionadas, como esa que refiere en tono de aguafuerte la primera marcha por la muerte de José Luis Cabezas.
Su campo de análisis llegó la crítica de arte, donde su formación a veces lo alejó del motivo conceptual de algunas obras contemporáneas. En este apartado, tanto como en el dedicado a la poesía y al fantasy, puede encontrarse al Feiling más exasperado, el que abjura de la estética corporativa de las vanguardias y de "la jerga profesional", y el que propone un camino afinado en los sonidos del idioma y en la reformulación de los subgéneros literarios.
Uno de los escritos sobre estética, el dedicado al pintor Fernand Léger, finaliza de ésta manera: "No sólo lo que los pintores pintan importa; para entender sus cuadros es bueno averiguar qué piensan." El mismo axioma podría aplicarse a Feiling para comprender empatías -la anglomanía- y discordias -la academia- que a primera vista pueden resultar arbitrarias, y de paso precisar su lugar en la literatura argentina. Ajeno a las coyunturas y a los ascendientes de la historia, Feiling propone una estética sin conveniencias políticas o sociales. Un pensamiento pagano que funciona como el negativo de su obra, esto es, como condición para releer su narrativa y su libro de poemas Amor a Roma. Como todo escritor duradero, es un utopista: de ahí la audacia puesta al servicio del debate, y de ahí su lugar todavía en ciernes, bloqueado en buena medida por las teorías esotéricas de la inteligencia.
A tiempo, Con toda intención le da un marco a esa utopía individual. Cada artículo retrata no sólo a un lector sagaz que sabe destacar en la obra de otros elementos literarios propios, sino a un ateo iluminado que, en el malestar de los noventa, concibió una ética sin azar: esa que proviene de cruzar dos intenciones mayúsculas, la de transferir las pasiones de la lectura, y la de crear un idioma justo, un idioma para infieles.
* Perfil, Suplemento Cultura.
Los fondos
Grados de intimidad: grados de estilo y, por ende, estados privativos de la escritura que acompañan con mímica -marcas afásicas del escrito, depradación del sentido de adentro hacia afuera para que el soporte del diario sea la piel-, la banda sonora que en lo íntimo es la animación del pasado.
domingo, diciembre 11, 2005
Rodar y rodar
Like a rolling stone de Bob Dylan lleva cuatro décadas compitiendo por el título de mejor tema de rock de todos los tiempos. Y aunque semejantes discusiones no llegan a término jamás, no cabe duda que se trata de una canción convertida por derecho propio en importante patrimonio mítico del siglo XX en general, y en específico del espíritu contracultural surgido a la mitad de la pasada centuria.
A partir de los años sesenta, la adolescencia, con todos sus sobreentendidos (rebeldía, desafío, plena disponibilidad energética, amasijo que confunde la más pura inocencia infantil con las más azotadas zozobras existenciales de la edad adulta) pareció adquirir valor en sí misma. El fenómeno ha sido llevado a tal extremo que hoy en día, sin temor a exagerar, bien puede afirmarse que la sociedad de consumo y su salvaje punta de lanza (la publicidad) viven de enarbolar el ser joven como sinónimo automático de ser a secas.
Lo cierto es que, por entonces, la época misma se había vuelto adolescente. La justificada impresión de exilio y desamparo no era cosa de edad, sino sensible expresión de los tiempos. Y tal vez ninguna canción captura tan fielmente la orfandad de esa adolescencia post-bomba atómica (en la que de pronto la humanidad pareciera haberse quedado atrapada pese al fin de la Guerra Fría) como Like a rolling stone.
Resulta curioso, y a la vez inquietante, que los departamentos de publicidad de las grandes empresas vengan convirtiendo los referentes que esta pieza lleva implícitos en emblema de su neoliberal noción de lo cool. Asomémonos a los comerciales; miremos esas parejas de andróginos imberbes que viven en una buhardilla y usan pantalones raídos, pero pagan con Master Card; recordemos la obstinada demanda televisiva de "romper esquemas"; evoquemos el sermón technicolor donde Coca Cola se reivindica ya no refresco sino actitud ante el mundo, representante de los que (¡buena onda!) siempre ven el vaso medio lleno, y donde reduce a música de fondo, para su omnipotente logotipo, precisamente la canción de que estamos hablando.
Curioso e inquietante, decimos, porque si algo revela y hace encarnar Like a rolling stone es el tajante reverso del aliviane cool, tan light, tan soft, tan diet ("el placer al límite y sin complicaciones"). No se trata de una de esas tonadas para las que el mal viento sólo representa un inofensivo pretexto de la buena cara, y donde es casi imperativo esbozarle al término del arco iris un final feliz, así sea como esperanza, utopía o hipótesis. Like a rolling stone no condesciende en ningún resquicio de su horizonte al happy end. Al femenino espíritu que protagoniza su historia, los marginales personajes que la pueblan (los vagabundos, los cirqueros y el Napoleón harapiento) le están vedados incluso en tanto pintoresca decoración para que ejerza el turismo underground, pues tras la caída han dejado de ser excepción idealizada, tan poetizable como desdeñable, y representan la ineludible norma de su cotidianidad. Lo que está diciendo es que te hallas en el fango y no vas a poder ni salir ni apartar la vista, querida.
Dentro de la canción de Dylan, lo cool pertenece en todo caso al pasado; al tiempo en que, como si fuera un juego, de cara al abismo del desamparo cabían las risas, la indiferencia, el coqueteo y las burlas. En Like a rolling stone, y con ella en la médula misma del rock, la disyuntiva entre vasos medio vacíos y medio llenos se vuelve anodina ante la implacable evidencia de vasos, no digamos ya patentemente vacíos, sino irreparablemente rotos.
Hay una distancia infinita entre la demanda de encarar sin disimulos el desastre, lanzada por el maestro Zimmerman y sus músicos cuando hace cuarenta años grabaron esta obra maestra, y la actual invitación de "la chispa de la vida" para que, al domesticado ritmo de sus compases, procedamos a acomodarnos a ciegas y a gusto en medio las ruinas.
martes, diciembre 06, 2005
Estigmas
Salta de mil nueve noventa a mil ochocientos setenta, menciona a antiguos habitantes indígenas que gracias a una dieta de ñandú y avestruz llegaban a vivir ciento treinta años, hasta llegar Perón, "ese gran hombre que hizo tanto por la Patagonia". Los padres de Perón, entre mil novecientos diez y mil novecientos treinta vivieron en Camarones. Perón paso su infancia acá, ya que su padre era juez de paz, y volvió cada vez que pudo, en Ford T, mientras estudiaba en Buenos Aires. Durante su primera presidencia mandó a construir la titánica escuela desde la que ahora escribo. La casa del padre se transformó en un asilo para alcohólicos, y hace quince años misteriosamente se incendió. El sepulturero dice haber conocido a María Sosa, la madre de Perón, y la recuerda como una mujer paisana, descendiente de Tehuelches, y cuando le hago notar que quizás él, en mil novecientos treinta, no hubiera nacido o fuera muy chico, me contesta que, como buen hijo de inmigrantes, heredó la memoria de su padre galés y su madre rusa, y me guía hacia una lápida. En un daguerrotipo, una pequeña mujer en miriñaque que podría pasar por polaca, y un hombre pálido y con aspecto de campesino protestante, fruncen el ceño y desvían la mirada de ese olvido que ahora arranca un instante imperceptible de la historia.
lunes, diciembre 05, 2005
Camarones
domingo, diciembre 04, 2005
Una excursión
Al día siguiente amaneció la atmósfera turbia y atornasolada.
Las ondulaciones del terreno arenoso, reverberando el sol, formaban caprichosos mirajes, los objetos cercanos se divisaban lejos creciendo sus proporciones.
Veíanse en lontananza grandes lagunas de superficie plateada y quieta; árboles colosales, que eran pequeños arbustos chamuscados por la quemazón; potros alzados que escarceaban y eran aves de rapiña, que aleteando alzaban el polvo sutil.
Pirámides
lunes, noviembre 28, 2005
La eternidad
Ahora me acuerdo el bus que me llevó de Kochi a Mysore. Es una de las pocas zonas sin ferrocarriles y la única alternativa es el bus. No había mucho para elegir: sin o con asiento reclinable. Ambos prehistóricos. A mi lado un borracho -figurita dificil en la India- excitadísmo por mi presencia, cada tanto intentaba sentarse sobre mis rodillas y formulaba la misma pregunta, ¿are you marrried? El hombre parecía incómodo en su pellejo y escupía hacia cualquier dirección y cuando yo le pedía que apuntara hacia el pasillo contestaba meciendo la cabeza, como todos en Tamil Nadu y Kerala: "Yes, sir"... Para enseguida hacer lo contrario y ampliar la compasión y la sonrisa de los demás pasajeros, que también escupían, pero siempre hacia el suelo. Como en el bus Buenos Aires-Patagones, aunque sin pruritos y sin sordina, los pasajeros soltaban sus pedos a piacere, pero la ausencia de vidrios en las ventas mezclaba esas ociosas pestilencias con olores arraigados en la noche. En el bus argentino las ventanillas están lacradas y el aire acondicionado expande y estiliza las flatulencias que el viajante argentino acordona en su vientre. En cierto momento, cuando el rechinante autobús atravesaba una selvática boca de lobo, el borracho reconoció su zona por alguna marca misteriosa en el paisaje, se levantó, se bajó y despareció en medio de la noche. El viaje duró unas ocho horas más y yo dormí una eternidad que si no excribiera invadiría el presente.
domingo, noviembre 27, 2005
Clásico y moderno
Si se determinara la calidad de un novelista por la ambición de articular en sucesivos libros un universo sin fisuras, Gustavo Ferreyra podría ser considerado por excelencia el narrador argentino contemporáneo que más lejos ha llevado tal tentativa. Desde su primera novela, El amparo (1994), ha construido una suma narrativa que tiene rasgos de la novela decimonónica y a la vez recupera, gracias a un repertorio de personajes ligados por pintorescas obsesiones y raptos de paranoia, atmósferas de la mejor novela psicológica moderna.
En Vértice, la novela anterior del autor, tres historias rotaban en el espacio hasta confluir en un punto de fuga. En El director Ferreyra retoma una de estas tres historias y la amplifica, pero trabajando la fragmentación temporal de la anécdota y privilegiando el montaje narrativo: el vértice ahora es la conciencia atormentada del protagonista, el director de un colegio primario. El autor intercala con total libertad monólogos interiores fechados en distintas épocas: desde la década del sesenta, pasando por la última dictadura militar, el mundial del ochenta y seis, la década del noventa, los cacerolazos del dos mil uno, hasta llegar al año dos mil nueve. Al igual que cualquier relato lindante con el diario íntimo, el monólogo acá es, por un lado, un salto cualitativo hacia el olvido, y por el otro un ejercicio de afinación literaria que ofrece, tangencialmente, una panorámica de los últimos cuarenta años de política en la Argentina.
Más que disputarse con el lector la memoria del relato, Ferreyra propone una forma de amnesia narrativa en la que causas y efectos se funden en un tono uniforme. La espiral de monólogos -en la que incluso el futuro y el pasado tienen voz propia- contienen tópicos de toda clase: la experiencia pedagógica del protagonista, su divorcio, el fracaso de sus aventuras amorosas posteriores, su cáncer y la inesperada cura, la vida al lado de su madre tras el divorcio. Sin embargo el eje del libro descansa en los fragmentos de una novela que el director ha escrito a hurtadillas tras su separación.
A medida que la narración rota de forma impredecible, esta segunda historia se transforma en el corazón del libro. Se trata de la trascripción parcial de la novela incestuosa que el director escribió y creyó perdida durante años. En el juego magistral de disuasiones que recorre El director, el recurso de la novela dentro la novela está tan logrado que incluye al lector y al protagonista devenido escritor en el mismo círculo enrarecido de felicidad. Así, Gustavo Ferreyra se afirma como uno de los pocos escritores argentinos que en cada nuevo libro mueve piezas, amplía un proyecto de alcances insospechados y desafía la naturaleza entera del realismo.
(Perfil, Suplemento Oh!)
Cruces
Percepciones claras
Quintín
(Hoy en Perfil, Contratapa Suplemento Oh!)
viernes, noviembre 25, 2005
¿Berretines orientales?
(Clarin)
viernes, noviembre 18, 2005
Más sobre La joven guardia
(Los trabajos prácticos)
jueves, noviembre 17, 2005
Luz cámara acción
miércoles, noviembre 16, 2005
Acusado
lunes, noviembre 14, 2005
Vientos de cambio
viernes, noviembre 11, 2005
Rapado
domingo, noviembre 06, 2005
20
viernes, noviembre 04, 2005
W
martes, noviembre 01, 2005
Norte
lunes, octubre 31, 2005
Últimos movimientos
jueves, octubre 27, 2005
Virtudes del tereré
miércoles, octubre 26, 2005
Juicio final
viernes, octubre 21, 2005
Soul
Poemas de Elisa Pirichinsky
(OTOÑO)
La lucecita roja
es la señal
el calor más allá de la grisitud
es la señal
que cubre la noche
que alguien llora
todo vuelve al aire al final
una sombra
fija una sombra
fija el silencio en una voz.
*
El aire entre las hojas
se desliza y me toca
un paso desolado
reconstruye esa extensión sin nombre.
Un sol fuga en laberinto.
La bruma.
*
Un esbozo de orden, 5 de mayo
la tarde detenida en la taza
¿ "es nada entre mis manos" ?,
calma, cielo abierto, hilos
de luz en la ventana.
Me guardo aquí: entre sombra
.y otoño.
*
Borde del cosmos sin edad
una sola ceniza en el hervor
y hora tras hora cadenas
en los pasos dispersos
en el otro lado
lejos la morada y el trueno
lejos el mundo.
--------------------------
L A CAIDA
¿resbalo? ¿desciendo? ¿regreso?
alejo y ausento
resbalo
soy el suelo y el aire frío
que se deshace entre mis manos
tal vez sea necesario
reconstruir el sueño
para que vuele la palabra
orilla silenciosa
"entre el mar y el espejo".
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" UNO NO ES OTRO"
Uno
un nombre
entrespejo sobrevive
acaso el ángulo
de piedra negra en la ventana
( entrespejo )
hace visible su paso.
------------------------
Y así "ida"
desencuentro el punto
el paso perdido expuesta la línea que cierra
extensión sin nombre donde la voz se aleja
extensión sin padre solo y desvelado
piedra sin ley
y tus certezas
en el reencuentro de un sol que se aplaca
resiste lo cerrado
avanza en la mano que abre.
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Danzante
entre bagatelas de beethoven
la transparencia de lluvia enhebra voces.
adentro la piedra afuera dilapida
algo en el aire afuera
sostiene la piedra
adentro
muda la grieta del vidrio
en la estación brumosa
en la letra
edra di lapid la .
-----------------------
TRANSPARECIAS (2)
Desplegada en vuelo solo
la luz ondula transparencias
dibuja y desdibuja formas
como enjambre de tiempo
desplegada en alto vuelo solo
la luz roza la hoja
donde la memoria oscurece.
martes, octubre 18, 2005
lunes, octubre 17, 2005
Amabilidades, pinturas de Andrés Pasinovich
domingo, octubre 16, 2005
Los mundos imaginarios
La colección Línea C surgió a fin del año pasado con un objetivo lúcido: traer al presente destacada literatura fantástica y ciencia ficción contemporánea, con traducciones propias, sin dejar de lado la producción local y ciertos clásicos raros del género. Ya en sus primeros dos libros -Preparativos de viaje del inglés John .M. Harrison, y Plop, del argentino Rafael Pinedo-, quedó en evidencia que la colección, a diferencia de los sellos de ciencia ficción masiva, tenía criterios originales de edición y reunía múltiples identidades literarias.
August Eschenburg, de Steven Millhauser, es el tercer título de Línea C. El autor nació en la ciudad de Nueva York, en 1943, y en ésta nítida y breve novela desmenuzada una historia preciosa partiendo de ese milagro que según las épocas incide, desde una disciplina menor, sobre el curso de las cosas: el del joven prodigio. Fantasías originadas en la infancia alientan en el protagonista, August, un don que deberá ajustar a la dinámica del mundo. Así, como promisorio constructor de muñecos animados, August abandona su pueblo y empieza a trabajar en una gran tienda en la Berlín de fines de siglo XIX. Pero su ambición es desmesurada; el arte de la mecánica funciona en él, al igual que cualquier pasión, como un sistema totalizador de conocimiento. La época exige rendimientos cuantitativos y no expresiones cualitativas, y poco a poco imitaciones vulgares de los autómatas de August pueblan, con mejor éxito, las vidrieras de las tiendas de moda berlinesas.
Tras el primer tropiezo, el pequeño genio tiene una nueva oportunidad en el teatro de autómatas. Aun cuando su talento es ilimitado y su arte capaz de sincronizar y vivificar cuerpos en bellas obritas que él mismo concibe, el gusto de la nueva burguesía otra vez trunca su sueño. La era de la mecánica se vuelve un anacronismo, se impone el cine, y August, con su sueño realizado pero inversamente, esto es, concluido en la razón poética del fracaso, entrega su causa al anonimato.
La maravillosa historia de Peter Schlemihl es el título más reciente de la colección. La historia desarrolla con un sesgo irónico el eterno tema del pacto demoníaco. La versión de Adelbert von Chamisso, un romántico que nació en Francia pero escribió en alemán, multiplica el sentido de la fábula: detrás del argumento se redefinen elementos del Fausto de Goethe y de leyendas como la de El holandés errante. El protagonista, Schlemihl, cede su sombra a cambio de una fortuna inagotable. Pero como el costo del pacto supera lo negociado y se convierte en la razón de una condena, padece todo tipo de humillaciones. Sólo un criado permanece a su lado, como una sombra paradójica, mientras Schlemihl busca en vano el amor, y resiste la posibilidad de vender su alma para recuperar un lugar entre los vivos. Tal resistencia, al final del libro, le confiere una esencia humana superior: Schlemihl renuncia a su fortuna y a todas las metáforas del deseo amoroso, y en una extraordinaria odisea interior por los estados de la naturaleza, inventa su propio amparo.
Perfil, Suplemento Oh!, 16/10/05
viernes, octubre 14, 2005
Ta deinótaton
"Ya comenzó la nueva sección de kurupi llamada to deinótaton:
en griego algo asi como lo terrible, pavoroso, siniestro
en alemán sería el famoso unheimlich,
la contradiccion de lo rutinario y hogareño, etc...
Empezamos con Folisofía de Murena.
Para dar idea de qué va esta seccion:
son textos de autores infravalorados, de clásicos que nadie lee o sabe
leer, como el caso de Murena, arrojados al baul de la ignominia o el
olvido, textos en pdf descatalogadas, inencontrables, por ahi va la
onda."
En Kurupi, en la columna derecha, justo debajo de "I power blogger"
se puede encontrar la susudicha sección y sólo clickeando bajar Folisofía.
Habrá más... (Gracias Cristino!!!)
miércoles, octubre 12, 2005
Debate
La idea era que estos ejes funcionaran sólo como disparadores. Además, organizaron una encuesta cuyo resultado será dado a conocer a su debido momento para determinar cuáles son, en la nueva generación, los cinco libros más relevantes, sin importar el género, del ochenta hasta nuestros días. En el post de abajo, el texto que hace unos días envié y que, junto al de otros jóvenes y gráciles polemistas que quizás se sientan aguijoneados por este adelanto, aparecerá en un número cercano de Oliverio.
Un público privado
Por su parte, el escritor, menos que cambiar, perdió relevancia en la vida pública -salvo en revistas y en suplementos literarios esqueléticos, donde a menudo tiene que ofrecer casposas entrevistas para darle visibilidad a sus propios libros- porque el curso obsceno del liberalismo así lo determinó. Casi podría decirse que el sentido de cualquier compromiso quedó impugnado por un halo de escepticismo generalizado, y con excepción del tipo de escritor implicado estéticamente en las patologías Lingüístico Espino Psicológicas -los LEP´s, otrora denominados vanguardistas-, casi ninguno tiene verdadera ingerencia en el entramado social. Los LEP´s tienen en el mundo una ingerencia imperceptible pero sustancial, ya que el fenómeno de la lectura se determina a través de afinidades estéticas, exteriores a la moda y a la publicidad del mercado, y ellos representan -¡quién si no!- la expresión de una afinidad idílica que es en realidad utopía política.
Pero volviendo a lo anterior, si la lectura representa algo más que un pasatiempo, la ingerencia que una disciplina menor como la literatura -y más en el caso de los LEP´s- puede tener en una sociedad eclipsada por el mundo del espectáculo, no puede definirse si no como un exceso de trascendencia, una intimidad sobreescrita.
Sin llegar a poner en práctica la premeditada astucia del LEP, puede decirse que entre el escritor y el lector la intimidad de una lengua determina que exista identificación estética y que, de hecho, haya buena literatura -y no novedades editoriales y libros premiados por multinacionales- a lo largo del tiempo. Se trata, simplemente, de la irrupción de un libro en la intimidad del hombre, y de la suma de estas irrupciones se puede inferir una relevancia pública como la que, en su momento, supo tener Borges.
En una literatura de exportación tan en boga como la de hoy en día, en la que los autores apuestan a un argumento racional, a una lengua neutra y sin marcas personales o regionales, la intimidad -el plano de sentido de la literatura en la soledad del individuo- se esfuma, y la publicidad pasa a ser un medio de ingerencia o, más llanamente, una estrategia de identificación comercial: la economía de lo público avasallando la política de lo privado, y no a la inversa, la intimidad -único espacio politizable hoy en día tras el naufragio de las izquierdas- resistiendo la economía pública.
Imagino que el público que consume novedades de libros que apenas lee o que simplemente compra porque aparecen en la lista de los más vendidos, renuncia a esa intimidad porque no elaboró una lengua a la altura de su propio goce. Éste, se me ocurre ahora, es uno de los contrasentidos fundamentales que dan aire al capitalismo y la clave que articula su futuro: el sistema, a la vez que legitima y decodifica objetos y tendencias, dona una lengua neutra e insatisfecha, una lengua insuficiente para sintetizar la experiencia subyacente en esos mismos objetos y tendencias.
La lengua rebajada del marketing, asequible y blandita, es la lengua servil que prefiere la península ibérica y los agentes literarios a la hora de promocionar rentables "obras maestras". Raramente un texto cuidado para el mercado internacional -o para el mercado a secas-, estructurado sobre una buena trama, una prosa limpia y un argumento con intriga pero carente de un tono personal, pueda fundar, en el aquí y en el ahora argentino, esa intimidad que redime a la buena literatura del fraude public(itari)o del buen gusto.
De modo que hay algo que caracteriza a la literatura que apuesta a una lengua y a un universo personal: una relación espectral de apuntalamiento mutuo. Por el contrario, un autor Premio Planeta, desde el momento en que acepta rebajar su lengua y su imperceptible universo literario para capturar a un público masivo, hace pública una impostura, y suprime de su literatura esa intimidad que implica en el texto temporalidad humana -a esta acepción política de lo privado me refería más arriba-. En su lugar sólo queda tiempo financiero, ese flujo tasado por el hombre público, el profesional para el cual cada hora de trabajo debe ser rentable -pues apuesta a la consolidación de una economía por fuera de la política, gesto que remite a la década del noventa-. Tales autores aceptan, en suma, la "responsabilidad social" de producir capital especulativo, y en este sentido cada libro no es más que un flujo financiero en un sistema donde deseos sin objeto se reproducen, a ritmo vertiginoso, infantilizados en pantallas o en cúmulos de papel. En definitiva, son estas, hoy en día, las figuras del escritor: una que funciona políticamente en las coordenadas de intimidad del lector, y otra que, prendida a la economía de los noventa, hibrida al empresario y al profesional de la escritura a fin de obtener rendimientos crecientes.
sábado, octubre 08, 2005
Nuit blanche
L´infant dans la colline
Fondo, forma y costura
Fondo, forma y costura. Tres sustancias para un arte pensante y provocador: iluminación goyesca que siempre fluye en triángulo. Los personajes de Bonamín retroceden, amenazan en perfiles vaciados, en expresiones anónimas pero eternizadas. En la yuxtaposición y en la multiplicación ocultan el doble filo de la perversión. Hay ironía en la costura, crítica en la línea que separa fondo y forma antes de que mutuamente se devoren. Emerge ahí, en la potencia de un procedimiento que es, como en Goya, aleación descarnada de la virtud y la locura, una lectura del mundo contemporáneo. Una lectura que esquiva todos los clichés del arte conceptual, y crea por anticipado su propia memoria.
Faro
miércoles, octubre 05, 2005
martes, octubre 04, 2005
Proyecto-río
lo que quieras! todo suma! todo cuenta! todo vale! todos todo!
Cada mensaje irá dentro de una botella sellada que estará llena con agua de río y color.
Todas estas botellas formaran una instalación interactiva que se exhibirá en el festival de arte Estudio Abierto en el mes de noviembre, en Puerto Madero.
Los que visiten la instalación podrán llevarse una de estas botellas a cambio de una palabra escrita. Estas palabras serán enviadas luego a los autores de los mensajes de las botellas. Cada uno recibirá una palabra.
río es un texto. Una red de intercambios que generan un discurso.
Parte de este discurso se encuentra oculto, o transformado a partir de la acción del agua. Y la otra parte es aleatoria? sintética y retardada.
Fluir. El río no transporta sino que contiene los secretos.
Y a cambio de estos secretos vuelven palabras.
Una forma de comunidad.
Una colmena de sentido inacabado.
Siempre en construcción
envia tu parte a:
proyecto_rio@yahoo.com.ar
lunes, octubre 03, 2005
Arácnido
domingo, octubre 02, 2005
Saer y Saer
- Me parece que ha venido imponiendo una especie de universalidad abstracta, bajo el nombre de la democracia, la convivencia de las diferencias, la tolerancia. Eso puede ser negasto en el arte. Significa que en el gran supermercado de lo cultural, todas las mercaderías tienen su estante y al cliente le toca elegir la que más le conviene. Los libros de Isabel Allende y de Onetti serían igualmente novelas. En realidad, en el último caso tenemos creación auténtica, y en el otro un entretenimiento biodegradable.
- ¿Le parece un problema la lógica empresarial de las editoriales?
- Siempre ha habido obligaciones comerciales en la edición, pero hasta hace no mucho tiempo era la concepción cultural, o el arte noble, lo que marcaba las pautas. Ahora se ha transformado en una empresa tan grande que se vuelve un fin en sí ganar dinero. Se edita mucho, pero los buenos escritores han quedado un poco como los parientes pobres. Igual, no sé si a un verdadero escritor le interesa demasiado viajar en jet.
- ¿Qué piensa de la crítica?
- Creo que uno de los grandes problemas de este tiempo es la ausencia de espíritu crítico. Ni siquiera los que dicen ser críticos critican: !nunca van al fondo del asunto!
(Entrevistado por Florencia Abbate, Diario Clarín, Ñ, 01/10/05)
jueves, septiembre 29, 2005
La ocasión
miércoles, septiembre 28, 2005
Young Riley
De los músicos contemporáneos, quizás sean estos los que más me fascinan. En costas opuestas de Estados Unidos siguen vivos . A través del vocalista y gurú Prandit Pran Nat incorporaron ragas y elementos de la música india clásica al minimalismo que venían desarrollando. Fueron los pioneros de la música electrónica en los años sesenta. Los dos músicos formaron una única columna subjetiva que no volvió a repetirse con tanta intensidad. En los setenta acompañon a Prandit Pran Nat en sucesivos regresos a la India. Residieron en un pequeño pueblo llamado Tapkeshwar, al norte, y estudiaron en el templo del cual Prandit era músico. Reconstruir aquellas estadias siempre me pareció un buen sueño. Viajeros como estos eran los de ayer. Gracias a aquellas estadías la música occidental nunca estuvo tan cerca de oriente, y la influencia de Young-Riley puede rastrearse tanto en Brian Eno como en las corrientes más abstractas de música electrónica.
lunes, septiembre 26, 2005
Compre argentino
domingo, septiembre 25, 2005
Hombres solos
miércoles, septiembre 21, 2005
El aura
Mientras escribo noto que me decepcionó menos la película que la actitud de los críticos cinematográficos argentinos. Es posible que la mayor parte del público vea en "El aura" una obra maestra; es posible que muchos encuentren encarnadas y correspondidas ahí las expectativas que han puesto en el cine, y me parece razonable. Pero un crítico no puede condescender a un gesto semejante e implicarse en una demogia -un existismo tipicamente nacionalista- que ni siquiera el director hizo tácita, al colegir de una buena producción, de un guión ingenioso y de una fotografía impecable, los atributos de una obra maestra. Quienes en la semana anterior han firmado críticas hiperbólicas intimamente saben -porque alguna vez tuvieron sensibilidad artística- que "El aura" es un producto prolijamente filmado y montado, quizás el mejor producto que el cine nacional haya dado, pero no llega a ser cine de autor, no es "La ciénaga" ni "Los muertos", simplemente porque el modo de filmar de Bielinsky es neutro, como todo lo que en el mundo del espectáculo está destinado al éxito instantáneo. Tiene una gramática amable, secuencias cortas, explicaciones para orientar al expectador en el laberinto, climas acelerados, suspenso para salvar ciertas inverosimilitudes de la trama, infaltables toques bizarros que son ante todo la pesada herencia del policial argentino. En fin, un surtido de recursos que un profesional fiel debe adoptar para entregar una pieza de alta calidad comercial. Vale la pena resaltar la ausencia de tópicos for export acerca de la última crisis econcómica, y este quizás sea el punto más destacable y genuino de la película: la extraordinaria autosuficiencia de su universo. Pero como "Hombre mirando al sudeste", "El aura" es otra alhaja sobrevaluada -aunque bienvenida- en el casino portátil del cine nacional.
domingo, septiembre 18, 2005
Bendición
- Señor vecino, hoy en día la violencia y la inseguridad cercan a los vecinos y venimos a traerles la protección el Señor.
- ¡¡¡Cómo!!! -interrumpe O. al predicador.
El visitante repite mecánicamente la misma frase con el tono plañidero y macabro de los predicadores televisivos.
- ¿Usted me quiere decir que me toca el timbre todas las mañanas para eso?
- La violencia es un flagelo hoy en día y el mensaje de nuestro señor Jesucristo...
- Si me vuelven a tocar el timbre salgo con un rifle.
- ¿Perdooooón? -a la voz del pastorcito se suman detrás voces de damas alarmadas.
- Que voy a salir con un rifle, acuérdese de este timbre, me tocan una vez más a la mañana y salgo.
La horda evangelista rumia algo y el pastorcito concluye:
- Disculpe señor, disculpe, no va a volver a ocurrir.
Después del incidente O. quedó desvelado y sopesó la posibilidad de que los evangelistas, para tomar represalias, en adelante lo visitaran todavía más temprano. Consideró la idea de diseñar un cartel con el siguiente lema: evangelistas, testigos de Jehová y predicadores de cualquier índole abstenerse. Paradójicamente, como si hubiera sido bendecido por el diablo, O. trabajó desde el mediodía hasta la medianoche en la corrección de su inminente novela, se concentró como hacía tiempo no le ocurría, y hasta tomó notas y encauzó el rumbo la novela realista que tiene entre manos. A altas horas de la noche, antes de desplomarse, escribió unas últimas líneas: "si todos los días tuviera a alguien a quien amenazar bien temprano -por un momento pienso que la alternativa inmediata sería casarme-, trabajaría con la misma convicción. Siento una extraña gratitud hacia los visitantes de la mañana y hasta deseo que vuelvan."
sábado, septiembre 17, 2005
Deficientes
miércoles, septiembre 14, 2005
Secretos vanos
Este sitio es un reservorio de secretos que van de lo más vulgar a lo más infantil, pequeñas miserias o fantasías ridículas, muchas tribulaciones de adolescente, algunas bromitas (Ejemplo: Debo confesar que deseaba que Castells muriera de hambre. Lo más absurdo es que el tipo me cae bien, pero me molesta que lo que hacen huelgas de hambre jamás mueran ó LLoré cuando murio Doly, la primera oveja clonada ó Tengo serias fantasias con uno de los pastores de la iglesia universal del reino de dios...soy una pecadora?). En este sitio cada uno tiene derecho a donar su secreto, darle sentido, y permanecer en el anonimato. Leí varias páginas con confidencias absurdas, infames, inofensivas, infantiles, etc., pero nunca encontré el secreto que esperaba leer. Sin embargo, estos secretos devaluados generan una insaciable curiosidad sociológica y confirman algunas intuiciones. Vale la pena echarle una mirada, a riesgo de caer en una pequeña adicción. Al sitio me lo reveló un amigo, aunque yo consideró que se trató de un obsequio deliberado, considerando las nuevas obsesiones realistas que intento trasladar a la próxima novela. A propósito, este amigo, Andrés, está tramando una instalación en la que recopila secretos y los entrega al olvido sin leerlos. A los dadores de secretos les devuelve -quizás por correo- una cifra, una palabra. Pronto abrirá un blog para desglosar los conceptos de esta instalación. El agua de río es el elemento de la alquimia. Andrés la envasa en botellitas con colorantes, y en el interior de cada una el secreto se diluye. El espectador que se apropie de una botellita deberá legar en ese gesto una palabra, la cual más tarde le llegará a uno de los quinientos que ofreció un secreto. Esto a grandes rasgos. Se verá en Estudio Abierto, en Puerto Madero. Habrá más adelantos. Necesita, naturalmente, dadores de secretos.
domingo, septiembre 11, 2005
El pasado como espejo
OH! no cuesta cincuenta centavos, y trae algunas entrevistas: entre otras, una a Kuitca y otra a los Reincidentes. En la parte de crítica de cine el bodrio de Tristán Bauer recibe dos ecuánimes palitos sobre el máximo de cinco -excelente-. También hay una sección de televisión que no entiendo porque no sigo la programación. Lo bueno viene al final: dos aguerridas columnas de contratapa de Tomás Abraham y Quintín. Existe desde luego la sección de libros, y ahí Link y Pablo Ramos salen agraciados por obra, respectivamente, de Piro y del responsable de éste blog. Además, en una preciosa nota recuperada, el huraño Nabokov, como si intentara aliviar desde la tumba las penas de muchos escritores argentinos contemporáneos, refiere detalles de su relación con el editor de Lolita, Edgar Girodias: "Fui confrontado con la peculiar atmósfera que rodeaba sus relaciones comerciales, una atmósfera de negligencia, evasión, demora e hipocresía. (...) Nunca fui expuesto a nada parecido a este tejido de deshilachadas maniobras y tergiversaciones con que Girodias envuelve a sus víctimas (quizás no deliberadamente, más bien parece ser parte de una naturaleza bizarra)." A continuación Nabokov refiere cómo Girodias durante dos años evito rendirle cuentas por las ventanas, una y otra vez...
Continuará
viernes, septiembre 09, 2005
Cuando el papel no alcanza
jueves, septiembre 08, 2005
Dos
Por otro lado, Quintin reaparece en Los Trabajos Prácticos y ofrece, sin aspirar a síntesis morales o a satisfactorias demagogias que orienten a un lector perdido, la primera parte de una lúcida reseña sobre la antología La joven guardia.
miércoles, septiembre 07, 2005
A los bastonazos
Un chófer así de sobreexitado entró hoy a la tarde al café de la vuelta de casa; en complicidad con el mozo rompió el hechizo del lugar e impuso en la T.V. el partido de San Lorenzo-Boca. Quienes miraban el desempeño artístico de Coria en Flushing Meadows -en realidad yo era el único en el lugar- tuvimos que emprender la retirada para corroborar desolados que en los demás bares de Boedo todo era fútbol.
martes, septiembre 06, 2005
Barberos, raros y bárbaros
domingo, septiembre 04, 2005
Vidú urbano
jueves, septiembre 01, 2005
Ex tenista con futuro
lunes, agosto 29, 2005
Música de rengos
domingo, agosto 28, 2005
Tren
De pronto, en el tren que va de Kotayam o Kochi, instigado por una imagen, y sobre todo por la imposibilidad de eternizarla, me remonto a una situación lejana. No sé si existió: mi abuela y yo, con cuatro años, salimos de un extinguido cine de la calle Esmeralda y caminamos hacia su casa por Tacuarí. Escuchar un tango en un tren inglés de la colonia, donde los comportimentos de tercera son como celdas y los ágiles y verborrágicos pasajeros le dan a los portaequipajes función de literas, potencia la capacidad de recordar... Recuerdos que parecen perdidos chispean de la nada, o traídos por un detalle que sin duda vive en otra lengua. Supongo que esa reconstrucción de la memoria es el escenario continuo del viaje. El mismo déjà vu que experimenté al pisar este territorio y notar que ya había vivido en sueños ésta temporada sin mortales.
jueves, agosto 25, 2005
La orilla restante
Del otro lado de Benarés, en la segunda orilla que no debe ser llamada la otra orilla, crece un desierto: el de los muertos, las almas en pena . Los oigo por la noche, cuando vuelvo de jugar al ajedrez con Nicolás, un amigo francés al que conocí en La Paz y al que me encontré acá de casualidad, el primer día, mientras desayunaba idlis en una tienda ignota de este enorme laberinto. Podrían ser ser niños, leprosos, sadhus que no fueron cremados porque se purificaron en vida y buscan la salida al desierto real. Pero sé que el murmullo proviene de los animales que descansan en la oscuridad.
En el Ganges, la única orilla es la de la muerte, la orilla inahabitada. La orilla inhibida. Después de unos días de contacto con el humo de huesos y la mierda de búfalo acumulada en cada Ghat y en cada pasaje, uno se siente en el paraiso, y la angustia de la mortalidad parece sólo un defecto de los que creen.