Hay días excepcionales en la tierra que concentran el sentido de una vida pasada o por venir, abren o clausuran un destino. En esa suerte de día/palimpsesto, crece Trampa de luz, el esperado segundo libro de Matías Capelli (Buenos Aires, 1982).
Todo sucede en 24 horas cerradas, un 24 de agosto. El protagonista empieza descubriendo que su ex mujer está embarazada cuando ella, sin avisar, le toca el timbre para cancelar una vieja deuda. A lo largo de ese día caluroso y sembrado de trampas, nuestro héroe, un verdadero soldado del ocio y la nostalgia, especula con el destino de un fideicomiso que dejó su abuelo y con la posibilidad de cobrarlo a espaldas de la familia, repasa un tendal de deudas y de amistades que no son lo que parecen, e incluso recorre todas las batallas perdidas en el amor (sigue en Nación Apache).