En relación a este debate, supongo que la postura de linkillo -Ibarra debe renunciar- se sostiene cabalmente si consideramos la siguiente propuesta utópica: descentralización en cruz. Los habitantes no sólo deberían elegir a los líderes para sus comunas, si no a los funcionarios principales para cada secretaría y subsecretaría. Está comprobado que el amiguismo priva sobre la idoneidad al momento de "ubicar" a funcionarios. El voto NO sería obligatorio. Habría un secretaría especial encargada de promover la coordinación entre secretarías, aunque probablemente este sector se volvería un centro de negociados abyectos.
En una ciudad como Buenos Aires está comprobado que la figura del intendente -pensemos en todos los ladrones, negligentes y opas que pasaron desde la dictadura hasta hoy- estorba, alimenta una incontrolable estructura burocrática. Sin esa figura, Buenos Aires dejaría de ser un bastión político y pasaría a ser un laboratorio. Cabezas más formadas y con menos ímpetu lucrativo ocuparían los principales cargos públicos -todos de segunda línea, ya que no existirían cargos de gran exposición, ninguna "jefatura"-. Posiblemente, en una organización menos verticalista, los individuos vinculados a la política no serían tan mediocres. Pecaría de ingenuo si pensara que algo así puede reproducirse a escala nacional o provincial. Pero en un espacio compacto como la ciudad, ¿por qué no? Así como en la física distintas leyes se aplican según las características de la masa, ¿por qué la urbe no puede aspirar a una organización pública acorde a sus características espaciales?
A fin de cuentas ya no se trata de que Ibarra deba renunciar: el cargo de Intendente de la Ciudad -esa turbia plataforma de financiación para cualquier carrera política "presidenciable"- tendría que suprimirse. A la larga cualquier intendente de la ciudad, merced al presupuesto que maneja para una función relativamente insignificante y virtual, se vuelve más pedante y parlachín que un presidente.
Con el cargo a "Jefe de Gobierno porteño" -¿la innovación semántica le pertenece a de De la Rua?- desaparecerían los pesos pesados y las bufonadas mediáticas de Carrió, Macri y Bullrich... Dudo que en tal caso a Macri le interese liderar una comuna como la Boca, en la que el único gran negocio -el deportivo- ya lo tiene controlado. O que a Bullrich le tiente la pequeña Dirección general de Hidráulica. O a Carrió la Dirección de Salud Mental.
2 comentarios:
a de la rúa no, a la constitución reformada.
mirá, oliverio, allá, una estrella lila con forma de alelí, navega por el cielo dorado...
allá, oliverio, allá...!
Florencio, gracias por las flores: el obsequio es sublime. Habrá que reformar la constitución, entonces.
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