jueves, febrero 10, 2005

Social Club

En busca de un club social que anime mis futuras veladas en Boedo, husmeo la guía y encuentro que en Buenos Aires sobran clubes insólitos. Algunos:

- Club social y deportivo Miriñaque
- Club social y deportivo Pinocho
- Club social y deportivo Pintita
- Club social y deportivo sin rumbo
- Club de divorciados
- Club social cultural y deportivo bohemios
- Club de peinadores arte y cultura
- Club social deportivo Imperio Junior
- Club social y deportivo el Tábano
- Club social y depotivo Como Mil
- Club social y residencial Flor de lis
- Club social y deportivo Mandrake
- Club social y depotivo Franja de Oro
- Club atlético Piraña
- Club Círculo de Obreros Católicos
- Club de lectores (¿?)

También encontré lo que buscaba, algo menos extravagante: Club social y deportivo estrella de Boedo. ¿Tendrá pileta?

6 comentarios:

Omar dijo...

Club Eros.
Palermo Viejo.
Esquina vetusta, restaurant decadente, excelentes pastas, ambiente mecánico grasoso.

oliverio coelho dijo...

Ah, no... Club Eros!!! Ese lugar no tiene nada de decadente ni de viejo, no es grasiento y está muy de moda, mis amigas más estúpidas han festejado sus cumpleaños ahí, o han ido a comer después de una presentación. Ese lugar es para "gente linda" y no se parece a un bodegón. Además ahí hasta he visto comer, entre otros, a Luis Majul, a Patricia Bulrrich -que seguramente iban ahí con la fantasía de estar en contacto con algo popular sin mancharse-. Admito que las pastas son muy buenas... Pero en fin, el lugar sólo es una opción razonable en un Palermo imposible.

Anónimo dijo...

que es un club social y residencial?

oliverio coelho dijo...

Un club con habitaciones al fondo.

Omar dijo...

Che Coelho, no seas naif. Durante un tiempo fuimos a comer con mi amigo el constructor, Marcelo Sala. Al mediodía, día de semana, o sos laburante o te pasan a deguello. Lo que pasa en las noches retro es otro tema. Hablo de gente de laburo, y en ese horario, Eros es decadente.

oliverio coelho dijo...

Tenés razón, al mediodía nunca fui. Quizás sea decadente. Mi viejo pasa a esa hora: su pasado, en todo caso, rima con la atmósfera que evocás.