Martín Brauer apela a una práctica prehistórica y reenvía en mails colectivos sus indefinibles textos. Se resiste a considerar que un blog puede ser el marco ideal para su fantástica (super)producción. Cuando este blog comenzaba saturó de comments larguísimos cada post, por lo cual se le solicitó no abusara de la confianza de quien ahora escribe... Invertebrable innato, candidato a suceder a Macedonio en sus eclécticas tentativas humoristico filosóficas, Brauer empieza cada mes una novela y la abandona. Una recopilación de sus comienzos truncos daría por resultado un volumen personalísimo. La comunidad literaria necesita y exige que Brauer haga pública sus tentativas demenciales y no escriba para una elite de compañeros. Sabemos que es lector avido de blogs, revistas de chismes y televidente de programas en que modelos como Pampita -"ella" es su obsesión literaria- almuerzan con la Chiqui. Considero que la aparición de su blog no puede aplazarse: será un suceso. Además de narrador frustrado -¿qué más se le puede pedir a un escritor joven?- Brauer, que a esta altura parece un personaje ficticio, es un brillante columnista y analista político. Acá, una prueba, Escoba nueva Ibarra bien (uno de sus tantos mails colectivos), y algunos relatos.
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