Finalmente logré mudarme y finalicé las reformas de la casa... Después cargar sacos de ropa, chirimbolos, adornos futuristas y cuadros y vinos dudosos con los que algunos amigos me agasajan, hoy noto en un despertar helado -el perjuicio de un patio descubierto- que hace dos días no posteo nada ni chequeo el mail. Súbitamente, postear algo al menos insignificante se ha transformado en parte de mis hábitos primarios, y lo que empecé por curiosidad es ahora una necesidad grata: biológica.
En esta nueva casa, deberé retomar una costumbre que tenía en mi anterior hogar de Congreso -aunque entonces no hacía un blog-: ir a cibers y enfrentarme a computadoras y teclados inoperantes como este... Hasta tanto no cambie la PC prehistórico futurista y me "afilie" luego a algún servidor...
1 comentario:
No ha de interesarle mucho a usted, pero igual se lo anoto: mi vida es una sucesión de mudanzas. Cada una es mucho más sencilla que la anterior, uno se va deponando de perifollos y se queda con lo que sirve. Y una vez que ya hice pie, o sea, me aprendí recorridos de colectivo, horarios y demás detalles, salgo a buscar nuevas incomodidades. La paz no es para mí. Un saludo.
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