lunes, diciembre 26, 2005

La vía de la fascinación

"Alguien está fascinado, puede decirse que no percibe ningún objeto real, ninguna figura real, porque lo que ve no pertenece al mundo de la realidad sino al medio indeterminado de la fascinación. Medio, por así decirlo, absoluto. La distancia no está allí excluida sino que es exorbitante, es la profundidad ilimitada que está detrás de la imagen, profundidad no viviente, no manejable, absolutamente presente aunque no dada, donde se abisman los objetos cuando se alejan de su sentido, cuando se hunden en su imagen. Ese medio de la fascinación, donde lo que se ve se apodera de la vista y la hace interminable, donde la mirada se inmoviliza en luz, donde la luz es el resplandor absoluto de un ojo que no se ve, y que, sin embargo, no deja de ver porque es nuestra propia mirada en espejo, ese medio es por excelencia atrayente, fascinante: luz que también es el abismo, luz horrorosa y atractiva en la que nos abismamos.
Alguien está fascinado, y hablando con exactitud, no ve eso que ve, pero eso lo toca en una proximidad inmediata, se apodera de él y lo acapara, aunque lo deje absolutamente a distancia. La fascinación está profundamente ligada a la presencia neutra, impersonal, el Uno indeterminado, el inmenso Alguien sin rostro. Es la relación que mantiene la mirada -relación neutra e impersonal- con la profundidad sin mirada y sin contorno, la ausencia que se ve porque ciega."

Maurice Blanchot (El espacio literario, Paidos, Barcelona,1992)

2 comentarios:

Gabriela dijo...

Bellísimo

le mutante dijo...

me pasa de contar pedazos de cuentos, de películas decanciones, pero sobre todo de películas que no existen... que le han dado explicación, cierre, un sentido de lo más interesante, que me han dejado encantada y según los otros no existen.

respuestas que encontré o percibí cosas que otros no o tengo uan imaginación que se sincroniza con el relato... por eso me pareció de lo más atractivo el texto, porque venía por ese lado.