viernes, mayo 20, 2005

Buenos Aires, Líbano

Cocinando hoy al mediodía, descubro en el reverso del paquete de trigo burgol, una etiqueta que versa:

Trigo Burgol Grueso
Marca: Awada. Origen: Líbano.
Procedencia: Líbano.
Importador: Baraca S.A

La información sigue, como si el Burgol Grueso fuera la carne póstuma de un individuo.
Lo curioso es que la etiqueta, durante un instante ínfimo, me traslada a otro universo, sueño con el Líbano, y en otro instante ínfimo que se desprende del anterior, noto que el Líbano imaginado coincide con el que el poeta argentino Gianni Siccardi (1933-2004) expone en un poema que durante tiempo releí, consideré luego perdido, hasta que desembalando las cajas de la mudanza recuperé el libro que lo contiene. Acá este rara avis, este tesoro único pero transferible.


La bella del Líbano

Ella es más hermosa
que los recuerdos
que entornan deliciosamente los párpados
de las mujeres del Líbano
que el aire que azota levemente las palabras
de las mujeres del Líbano
que el desatino y la furia
que derrama por el día
la gracia de las mujeres del Líbano.

Ella es más hermosa
que el espectáculo de las calles
abarrotadas de espaldas
por la máquina de la oración en el Líbano
que los saltos aterciopelados de los gatos
en las noches lujosas del Líbano
que las rutas sacrílegas
que atraviesan los ojos
de los imposibles rufianes del Líbano

Ella es más hermosa
que la mirada solitaria
de los que dan de comer a los pájaros
en los parques del Líbano
que la unción de los vagabundos
encargados de escuchar la noche en el Líbano
que los pensamientos últimos de los suicidas
en los puentes que cabalgan
sobre el Litani en el Líbano.

Ella es más hermosa
que las miríadas de soles que se encienden
en las medallas cuidadosamente lustradas
en el pecho de los generales del Líbano
que el lento estiércol
de los sonoros caballos militares
en la insolación de los días de desfile del Líbano
que los límpidos bombardeos
y las turbias conferencias de paz en el Líbano

Ella es más hermosa
que la luminosa fantasía de los falsos adivinos
y los verdaderos profetas del Líbano
que la borra del café
que dibuja los caminos del futuro en el Líbano
que la ciencia del porvenir
que corre por los oscuros canales del tiempo
tan vertiginosamente en el Líbano.

Ella es más hermosa
que los lazos de sangre que unen
la humedad, la tortura y los sueños
en las corruptas, hediondas prisiones del Líbano
que el viento que bate
el árbol de los recuerdos indelebles
de los condenados a muerte del Líbano
que el llanto de Dios
que humedece los cabellos
de las víctimas inocentes del Líbano.

Ella es más hermosa
que la alegría eterna
y las penas violentas
de los jóvenes enamorados del Líbano
que la luz de plata y seda
que sube hacia el cielo
cuando el amante entierra el cuchillo
en el pecho del amante
en los pobres hoteles del Líbano
que la emoción desnuda de los encuentros furtivos
los besos en la garganta
las citas secretas
las cartas inesperadas
los viajes de regreso
que galvanizan los destinos
de los hombres y las mujeres del Líbano.


Gianni Siccardi,

Ella y otros poemas (1999, Ediciones Ultimo Reino).

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