lunes, octubre 31, 2005
Últimos movimientos
Escribir poesía se me representa como una ingrata utopía que en los otros es exitosa y que en mi experiencia no es más real que un espejismo al final de la ruta. En mi mundo, escribir poesía es una experiencia incómoda e indeseable, destinada al fracaso y la anorexia: por las tipicas falencias que aquejan a los narradores, uno queda delante de la lengua, monologando, o bajo inmanipulables escombros barrocos, pero a veces uno se encuentra con un libro donde no sabra un solo poema, y en un par de horas toma el pulso de los versos ajenos, se refleja, y de un tirón arranca un poema donde el que escribe no parece fóbico o hipersensible al roce de lengua, sino simultáneo -moldeado- a las posibilidades de su propia enunciación. Acá, el último -y el único- que escribí por los menos desde el dos mil uno.
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5 comentarios:
Está muy bueno. Me reconfortó eso de los trayectos que desaparecen. A mí también me deja siempre pagando esa mujer cara.
Veo que el Spam te sigue invadiendo.
Quizá ya lo conozcas, hay una forma de evitar el Spam y es habilitando la opción de "verificación de palabra" en los comentarios. Está en las opciones de Blogger de tu cuenta, precisamente en el apartado referente a "comentarios".
A mí me dió resultados.
Un saludo.
Y sin embargo, tu prosa es tan poética. Yo leí Tierra de vigilia y leo tu blog porque encuentro en tu prosa un modo de labrar la palabra,(cacofonías aparte) de macerarla, que me parece propia de un poeta. ¿No será cuestión de forma, simplemente, del modo en que cada uno se posiciona ante las formas?
nunca voy a poder ser poeta...es demaciado para mi...solo puedo aspirar a ser un narrador.
bardamu, creo que dio resultado lo de "verificación de palabra". no hay más spam... gracias...
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