martes, agosto 02, 2005

Maiden voyage

Poso diminuto en el foco de una mujer. Poso en la savia de su mano. Como si un anciano, después de sobornar a su leviatán hubiera invadido el cuerpo de un niño, el contenido de mi voz nunca parece caber en lo que queda significado o aprehendido en su calado significante. Es que nada pasa del todo por la represa del sentido. Hay palabras que, en esta garganta ilesa, parecen originadas a espaldas del sentido, palabras que parecen cosechadas en la experiencia de un hombre que ha viajado y ha muerto. El efecto empalagoso de la paradoja es expansivo: las palabras se comprimen, desbordan como cachorros el cerco invisible del timbre y desvisten con sus uñas de celo.

1 comentario:

Gus Nielsen dijo...

Muy bueno "Los invertebrables". Saluti.