martes, diciembre 18, 2012
jueves, agosto 16, 2012
El otro yo de El Padrino
lunes, agosto 06, 2012
Una novela subescrita
viernes, junio 22, 2012
DAKOTA: Nueva Editorial, nuevo premio
domingo, junio 10, 2012
viernes, mayo 25, 2012
Viajes iniciáticos
sábado, mayo 19, 2012
Ciudades que escriben
viernes, mayo 11, 2012
Acerca del Diálogo latinoamericano en la Feria
Publicado en Página 12
martes, mayo 01, 2012
martes, abril 24, 2012
sábado, abril 14, 2012
Primer secundario para travestis y trans
domingo, abril 08, 2012
Maniobras ejemplares de seducción
Es sabido que Borges prefería elogiar a escritores de segunda línea. Raramente elogiaba en público a autores vivos, con los que además tenía que compartir premios –Beckett, por ejemplo–. El Borges de Bioy, una obra maestra de la injuria, retrata a un sibarita de la boutade, a un escritor evasivo a la hora de reconocer talento en un par, que sin embargo compensa esa falta de benevolencia gremial con oleadas de erudición.
En el extremo opuesto, Cortázar invirtió parte de su vida en la promoción de autores superlativos como Lezama Lima, y no atendió a autores menores o a profesionales de la adulación. Sus cartas dan testimonio de un hombre acorralado por su propia fascinación. Desde luego, la filantropía o la fascinación documentada no son relevantes a la hora de establecer un juicio de valor acerca de una obra. Son útiles para pensar la posición de un escritor frente a sus contemporáneos. (Sigue en Perfil Cultura)