sábado, abril 14, 2012
Primer secundario para travestis y trans
El sistema educativo argentino, como el de casi cualquier lugar del mundo, es binario y verticalista. Resiste la diversidad cultural y de género. Tiende a normalizar y no a potenciar la singularidad. La mayoría de las travestis y transexuales no pueden terminar sus estudios por una especie de discriminación etaria implícita. En este punto, el actual sistema educativo y la ley de identidad de género que tiene media sanción en el Congreso, no encajan. Con sus jerarquías, sus partes disciplinarios, toda la regulación que transforma a la escuela en una suerte de pre-reformatorio para ciudadanos seriales, el régimen de educación funciona como zona de entrenamiento para la supervivencia, para el hábito de la exclusión y el cultivo de un núcleo conspirativo: la sagrada familia, el machismo eufórico. No es que esté escrito en algún lado, pero en el aula se replica el mismo tipo de estigmatización, la misma mentalidad reaccionaria que identifica en el travesti y en el transexual una diferencia no deseada. (sigue en Perfil...)
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