lunes, enero 02, 2006

IV

Aquella combativa reseña acerca de La joven guardia (al respecto, Bustos no es el autor; él hizo una reseña, pero en este otro sitio), se hace eco en una nueva entrega de Quintín. Ésta vez no se detiene en ningún cuento, sino que discute el punto de vista politizado de aquel comentario (a esta altura resulta algo curioso que, en varios análisis -empezando por uno que meses atrás tuvo lugar en la presentación del libro-, los muñequitos Jack, de entrada, sean juzgados tan encarnizadamente y no sean tomados como un diseño de tapa inocente que parodia más la juventud de los antologados que una posible apoliticidad generacional) y reflexiona acerca de su propio futuro como crítico.

(Los trabajos prácticos)

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