Algunos encuentros están regidos por un azar noble. Ese azar noble, contracara del determinismo de Spinoza, descubre en una mujer el perfil ocelado, la grafía más genuina e inteligible del deseo. Entonces la belleza es anterior al cordón del ojo, es el calco umbilical de una costilla faltante, como si la sincronía amorosa no pudiera darse de otra manera: primero la carga de la voz, luego el moroso engranaje de la piel adherido al espacio como ilegible seda.
2 comentarios:
"For the roses had the look of flowers that are looked at....", es de Eliot, yo por mi parte enmudecí.
Hey!! ¿Porque hablas de un determinimisno de Spinoza? El occursus de Spinoza no es determinista: está referido a que los cuerpos están afectados de alegría o de tristeza de una forma irremedibale y constante, pero ello no implica un determinismo, sino todo lo contrario: implica la potencia de actuar, e implica la singularidad: las miles de variaciones de humus existencial. El hecho de que estemos expuestos a los encuentros no implica un determinismo en el sentdio lato, sino implica los composibles corporales, en el sentido de lo que se compone con un cuerpo y lo que no se compone con él: la alegría es componible porque es un poder activo de ser afectado: la tristeza merma la potencia de actuar, no es componible con el cuerpo porque le despoja de su capacidad de actuar... La dimensión de los encuentros en Spinoza no tiene nada que ver con las distancias, sino sugiere que todo nos afecta y que todo es susceptible de ser o no componible con nuestros cuerpo: un encuentro de los cuerpos en el porpio cuerpo: occursus de afecciones que nos singularizan...pero no es un determinismo: no estamos destinados a que esto o lo otro nos afete cuando nos lo encontremos: los encuentros siempre implican un cambio de modo...
Publicar un comentario