domingo, septiembre 25, 2005

Hombres solos

¿Qué hacer con las dos caras del tango? ¿Qué hacer con el mohoso universo de anécdotas y con la realidad de los que escuchan y siguiendo la letra fruncen los ojitos en una bar del Abasto? Qué hacer equivale a decir ¿cómo transformar una escena cotidiana en un eslabón más de la literatura que se pierde día a día? Y luego, para seguir indagando en el ámbito socarrón de los hombres solos, ¿qué hacer con las bromas escuchadas al azar en el vestuario de un club? ¿Cómo desarticular esos materiales obscenos y romper la placenta discursiva que en los hombres solos alimenta dos misóginos?

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