lunes, septiembre 11, 2006

Museum

Cualquier museo se constituye desde la selección. La historia política también podría transitarse y describirse como un edificio laberíntico en el que se reparten colecciones de ideas, o como un santuario rupestre en el que literatura no tiene más función que la de decodificar, matizar e historizar indicios. La idea de museo, en el fondo, connota un orden, una causalidad temporal que justifica la historia, pero si de la revolución y de sus fantasmas se trata, los términos pueden invertirse: una relectura de la historia permitiría retirar las causas de su panteón de representaciones intelectuales, y transportarlas al presente en una trama que, en Museo de la revolución, sexta novela de Martín Kohan, termina reformulando la relación entre literatura y política siempre irresuelta en la novela argentina. (Sigue en Nacion apache)



* Publicada en Los Inrockuptibles septiembre.

2 comentarios:

Patricia Rodón dijo...

Oliverio. Como suele suceder llegué por azar a esta página. Tus comentarios me parecen notables. Me interesaron mucho tus declaraciones, obviamente recortadas por la necesidad periodística, aparecidas en Página/12 el viernes pasado. Sobre todo, comparto tu entusiasmo por los mundos de Marcelo Cohen. Aún no he leído, visitado, tus mundos. Te buscaré.

oliverio coelho dijo...

Está interesante esa nota, sobre todo por las opiniones superpuestas, ¿no? Gracias, voy a linkearla. Pero cuidado!: en mis mundos hay cascadas de monstruos- Estados y ministerios que camuflan hospicios (como en argentina sin ir más lejos)- nada de CF, más bien realismo cavado en la tumba del nonosense. Tal vez te decepcione la visita. O quizás no después de lo dicho.
Me gustaron tus blogs. Sobre todo los poemas de uno y el título del otro, monalisa acelerada!.