En ciertos momentos, mientras escribo, hago un impasse, me pongo nostálgico, extraño los viajes de otra época, y husmeo fotos de puertos lejanos. Hoy, hallé
esta ,
esta, y
esta foto: marcas de una ciudad encantada de la que el progreso
no dejó nada. (Por lo menos me alivia notar que para llegar al lugar deseado a esta altura debería viajar en el tiempo y no en el espacio).
3 comentarios:
En la última foto se puede ver claramente, a la izquierda de la pantalla, un plato volador estacionando sobre la terraza de unos monoblocks.
Ah, pero ahora todo queda explicado... Fueron los extraterrestres los que destruyeron Orán.
Es más probable encontrar lo deseado en el tiempo que en el espacio. Extraños lugares esos, cuyo mapa podría ser el reloj.
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