Por consejo de un escritor admirado, intento adoptar un nuevo hábito y madrugar... Él me ha insinuado que si uno se despierta a las siete de la mañana corre con ventajas y tiene más posiblidades de escribir una buena novela. Lo intento. Pero el madrugón se me vuelve contraproducente, me transformo en una piltrafa que avanza aturdida por un Buenos Aires cerrado, sin amanecer. A las nueve de la mañana empiezo a dormitar en un bar de Boedo y Carlos Calvos, frente a una pantalla en la que se televisan en directo los partidos de cuartos de final de Wimbledon. Mientras leo el diario, sigo los vaivenes de Federer-Gonzalez. Me alivia no sentir mi propio cansancio: ese es el efecto inmediato que en el espectador produce el deporte de los otros. Más tarde estudio el pésimo partido de Nalbandian-Johansson. Los latinoamericanos perdieron. Gonzalez jugó bastante bien; Nalbandian, en cambio, tiró todas las pelotas afuera o las dejó en la red, como si jugará en una cancha de ping-pong, y además cada vez que le tocó servir tiró masitas inaceptables, sobre todo para un deportista tan fornido...
Por la tarde, para seguir dormitando y no ir contra el bacilo infanto-senil que me produjo el madrugón, acepté ver un partido. Hace muchísmos años dejé de ver fútbol. Aunque en realidad hace muchísmos años dejé de tener tele, y lo primero se debe a lo segundo... A veces me tiento con algún Argentina-Brasil. No me entristece particularme que la selección pierda con un equipo tan superior. Conozco a pocos jugadores -sólo recuerdo a algunos dinosaurios de la "era" Bielsa, como Zanetti, y reconozco a algunos buenos mariscales como Riquelme y Aimar-; todos me parecen actores que corren detrás una pelota. Por un momento el partido me resulta una superproducción, un fraude, todos están pagos y ensayan una coreografía... Me parece de mal gusto que el apellido del arquero argentino sea la marca de un jabón (¿con ese apellido cómo va jalar el balón?, diría algún burlón), y que el director técnico tenga aspecto de pediatra.
Los interrogantes que me dejó esta jornada como televidente deportivo -supongo que será la última hasta el año próximo-, son los siguientes:
- ¿Quién es Bernardi?
- ¿Quién es César Delgado?
- ¿Por qué Placente es viejo?
- ¿Por qué no juegan Bochini y el Beto Alonso?
- ¿Por qué Mr. Brauer no es el arquero de la selección si con su sotana podría embolsar mejor la pelota y no se comería caños como Lux?
- ¿Por qué Piro no es el D.T?
- ¿Por qué Nalbandian sólo corre las pelotas que le pasan cerca?
- ¿Por qué en la televisión los deportistas lucen como actores porno?
Ahora, a dormir....
8 comentarios:
Hola, Oliverio. leo te bloggie desde hace rato y hoy me encuentro linkeado. Ya te devuelvo el favor. Un día de esto nos podríamos juntar e intercambiar libros. Salud y que siga.
Dormí, que soñar te hace re bien a la escritura (véase post anterior).
-Beatriz, sì, sì, hace muy bien... En el sueño se conquistan experiencias inalcanzables por paradojicas e inexistentes, la ùltima -la de ayer- es la siguiente: tener opio lìquido en una botellita de agua oxigena y verterlo en una pipa y fumarlo encendiendo ese lìquido que, al contacto con el fuego, se transforma en èter y no deja siquiera rastros de humo en el aire.
-Juan, sì, cuando quieras nos encontramos... Ojala siga con el blog largo rato... De dònde sacas tantas imàgenes de rinocerontes? Creas las situaciones a travès del photo shop?
Oliverio, para mí que a tu escritor admirado lo entendiste mal. No se trata de levantarse a las siete de la madrugada, se trata de acostarse a las diez de la mañana. Entonces si, lo que escribas entre las siete y las nueve, probablemente en poco tiempo termine en una novela formidable.
sii, oliverio ¡pekerman parece pediatra! y cambiasso parece dentista sàtiro -linea Barreda, linea el malo de terminator
claro, cambiasso es el sàtiro del torno... y coloccini? Ese sì que es un actor o... o uno de esos camilleros que en el hospital aterrorizan a los pacientes cuando van hacia quiròfano.
Hola Olverio te salen los acentos al reves, pero a mi ni me salen.
Tendrias un e-mail disponible?
Un saludo amable.
Hola Estrella, mi e mail es oliveriocoelho@yahoo.com.ar
Lo de los acentos es casual, algunos locutorios los tienen invertidos, nunca supe por què. Saludos
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