Así como en Shiki Nagaoka… Mario Bellatin delineaba a un autor japonés al que le atribuía una novela escrita en una lengua inventada, en Jacobo el mutante falsea la historia de la literatura y agrega una ficción inexistente o, más exactamente, incompleta.Bellatin amplía la figura de Joseph Roth en el prisma de una mujer, una investigadora inglesa que lo habría acompañado en sus últimos años. Como en otras de sus ficciones, la novela es un mantra –de ahí su engañosa sencillez– que ordena un universo del que quedan sólo fracciones. (Sigue en Nación Apache)
Publicada en Los Inrockuptibles de marzo.
2 comentarios:
Oliverio, me encantó lo de la "engañosa sencillez".
Saludos.
Digo esto porque creo que a Bellatin subyace una densidad y una complejidad que va más allá del minimalismo que algunos le atribuyen. Porque minimalismo, para mí es un living con pocos muebles.
Porque ésta densidad persiste en su poética a través de la perseverancia -creo yo- de lo teológico en su forma más secular: como intensidad.
Otros saludos.
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