sábado, abril 09, 2005

Animo restante

Tiene la fantasía de que en una sóla noche va a encontrar el comienzo de una nueva novela. Con el inicio, el resto vendrá solo.... En realidad a veces le parece que elucidar esa piedra de toque es su drama de novelista. Las cosas después andan solas. Siempre le ha ocurrido así. Puede tener ese primer capítulo de quince páginas y esperar semanas y repensar estructuras y personajes. Pero no puede esperar meses sin nada. Se pregunta cómo conseguir que ese primer capítulo descienda y soporte, como en una pirámide invertida, a los restantes. Si lee, la frustración es mayor. Entonces se acorrala en una espera nada demandante: la que proviene del cine. Sospecha que del cine obtendrá un argumento que la literatura, en la mediación intimosa de la lectura, le escatima a los escritores malintencionados.

1 comentario:

HeiLdegger dijo...

Las ideas no importan en una novela. ¿Qué idea auspiciosa es la de un hombre que lucha contra unos molinos creyéndolos gigantes, o la de un chabón que asesina a una vieja chota y le agarra el remordimiento?.
Lo único que importa es que el lector sienta que le están hablando de él mismo. Y Conejillo de Indias es cada día un poquito menos parecido al ser humano representativo normal standart.
Por consiguiente: mi consejo es dedicarse decididamente al boxeo o al tenis y dejar las novelas para las grandes mediocridades que son un verdadero referente de la humanidad toda.