viernes, enero 30, 2009

El futuro no es nuestro




El futuro no es nuestro. Nueva narrativa latinoamericana
Selección y prólogo de Diego Trelles Paz.

Autores: Oliverio Coelho y Samanta Schweblin (Argentina), Giovanna Rivero (Bolivia), Santiago Nazarian (Brasil), Juan Gabriel Vásquez y Antonio Ungar (Colombia), Ena Lucía Portela (Cuba), Lina Meruane y Andrea Jeftanovic (Chile), Ronald Flores (Guatemala), Tryno Maldonado y Antonio Ortuño (México), María del Carmen Pérez Cuadra (Nicaragua), Carlos Wynter Melo (Panamá), Daniel Alarcón y Santiago Roncagliolo (Perú), Yolanda Arroyo Pizarro (Puerto Rico), Ariadna Vásquez (República Dominicana), Ignacio Alcuri (Uruguay) y Slavko Zupcic (Venezuela).

sábado, enero 17, 2009

Madrid

Sobre Madrid, de Daniel Krupa, Santiago Arcos editor,

Difícil encontrar en la literatura argentina un personaje tan desencantado como Madrid, el protagonista de la segunda novela de Daniel Krupa (1977). Se trata de un héroe pasivo, un orfebre de su propia locura y un cultor refinado de circunstancias sórdidas y milagrosamente reales. Madrid ha sobrevivido a la hecatombe amorosa. Ya al comienzo del libro padece una internación psiquiátrica, después de perder a su novia y cumplir un ritual erótico de expiación. Más adelante, ya de vuelta en el departamento, entre objetos e indicios que lo remiten a su amada, debe enfrentar a la sociedad desde la perspectiva de un solitario en busca de redención. Madrid, plano, mecánico en el presente continuo que elige el narrador, entonces emprende la tarea de sobrevivir en su hermetismo: come poco, omite la posibilidad de bañarse e ingiere con imbatible suficiencia su golosina de Rivotril. En definitiva, faceta involuntariamente cualidades de ermitaño. Como los protagonistas de las novelas de Juan Becerra, merodea y extrae de su soledad una savia silvestre y meditativa. El narrador, con una distancia a la vez glacial e intensa en su ironía, opaca a los personajes, los ciñe a la superficie de un punto de vista distante, para que en la narración episódica las anécdotas –fabulosos destellos de vidas que no son la de Madrid pero que de algún modo lo encandilan– fascinen al lector.
De a poco reconstruye su cotidianidad, vuelve a bañarse, desea, visita a su familia, emprende aventuras laborales poco exitosas pero bastante terapéuticas, como la escritura por encargo de la biografía de un afamado abogado. Sí, Madrid, amorosamente enfermo, parece rumbear hacia la redención en sus sesiones de escritura. En realidad alimenta a ese escritor en duelo que, a medida que pasan las páginas de la novela, codicia a otras mujeres y emerge del plano del presente continuo –una red admirablemente urdida por Krupa– victorioso o, quizás, sólo invicto.

* Reseña publicada en Inrockuptibles enero.